Cotlliure |
Trece kilómetros separan Banyuls sur Mer de Cotlliure por la D914. Llegamos al centro de la villa en un día festivo y, lógicamente, resultó complicado encontrar aparcamiento. Finalmente acabamos en un mega aparcamiento ubicado junto a la estación ferroviaria. Desde aquí, por la avenida Maillol, sólo tardamos diez minutos en situarnos en el centro histórico.
Cotlliure es una villa muy turística, como quedó patente ese sábado por la tarde, con sus aparcamientos saturados de coches y sus calles repletas de turistas, muchos de ellos procedentes de la cercana Perpiñán.
Calle Pasteur |
Un rincón de la calle Pasteur |
La peatonal calle Pasteur, o carrer Nou, os conducirá al centro histórico. Callejead sin prisa, observando tiendas y edificios históricos, o la sorprendente cubierta paragüera de la calle Sant Vicens.
Calle Sant Vicens |
Calle Sant Vicens |
Cerca de la playa veréis los restos de la muralla y en la plaza de la República (antigua plaza de Armas) tenéis la oficina de turismo, un edificio que no os dejará indiferentes. Salid a la playa por alguna puerta de la muralla.
En la playa de San Vicente veréis la mejor estampa de Cotlliure; por un lado la iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles, del siglo XVII, que parece levitar sobre el mar.
Y por el otro, el castillo Real, del siglo XIII, antigua residencia de verano de los reyes de Mallorca. Hoy día acoge exposiciones y espectáculos.
La visita al castillo es muy recomendable, y si se hace con tranquilidad, se necesitarán dos horas aproximadamente, tiempo que nosotros no disponíamos. Otra vez será
Desde la playa, cómodamente sentados en la horma de piedra, avistamos, en lo alto de una colina, el fuerte de San Telmo. Con forma de estrella, fue construido en 1552 y actualmente es un Museo Militar.
Por detrás de la iglesia de San Vicente, sobre un escollo que se asoma al mar, veréis la capilla de San Vicente, construida en 1701 para acoger las reliquias de Sant Vicens, el patrón de los pescadores y los viticultores.
El islote pedrogoso es un lugar tranquilo que ofrece buenas vistas panorámicas del viejo Cotlliure y de una parte de su muralla. Vale la pena auparse hasta él.
Del islote de la capilla parte un largo espigón que conduce al Faro de Cotlliure, un privilegiado enclave desde el que poder contemplar todos los tesoros de esta villa marinera.
Desde el faró comprobé por que Cotlliure es uno de los pueblos marítimos más encantadores de la costa mediterránea francesa. Aparte de inspirar a geniales pintores, su cementerio, como ya descubriera en una anterior visita a la villa, acoge la tumba del genial poeta español Antonio Machado.