Cascada Cola de Caballo |
En Semana Santa, el acceso al valle de Ordesa está restringido a los vehículos. Una flota de autocares une Torla con la Pradera de Ordesa cada pocos minutos a un precio razonable. En Torla hay un gran aparcamiento ubicado junto al río Ara, y la parada del bus está a pocos pasos.
TOPÓNIMO DE TORLAEl autobús os dejará en el aparcamiento de la Pradera de Ordesa, a 1.310 metros de altitud. Allí se encuentra el punto de información del Parque Nacional, la zona de servicios y los carteles que anuncian las diferentes sendas que recorren el valle.
Nosotros lo teníamos claro, elegimos la senda GR-11, que discurre por el fondo del valle de Ordesa, remontando el río Arazas hasta la cascada Cola de Caballo, en el Circo de Soaso. Es la excursión estrella del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, asequible y fácil de completar, la que todo el mundo debería realizar si nunca antes ha estado en Ordesa.
TOPÓNIMO DE ARAZASIniciamos el recorrido por la senda GR-11, que en el tramo inicial es muy suave, sin apenas pendientes pronunciadas. En la cara norte del valle veréis el Tozal del Mallo, de 2.200 metros de altitud, enhiesto, a modo de gigantesca espadaña, y que se asemeja a una gran tabla vertical de 400 metros de altura.
Caminando por la pradera, a mano izquierda, veréis el desvío que lleva al Circo de Cotatuero, ruta que no debéis tomar (esta es otra excursión que tengo pendiente).
Al final de la pradera, la senda se acerca al río Arazas, que fluye entre un mar de bosques caducifolios y abetos. Y unos metros más arriba, tras superar el puente de Arripas (que cruzaremos durante el descenso a la pradera), alcanzamos la cascada de Arripas, un pequeño salto que podremos ver desde la distancia.
Continuamos el ascenso por la senda GR-11 y, transcurridos diez minutos, llegaremos al desvío que conduce al segundo salto de agua, se trata de la cascada de la Cueva.
Y unos metros más arriba, veremos el primer plato fuerte de la subida: la cascada del Estrecho, un doble salto que se precipita, de forma atronadora, sobre una poza de aguas verde turquesa.
Cascada del Estrecho |
Cascada del Estrecho |
También os aconsejo que os aupéis a lo más alto de la cascada, siguiendo el camino marcado. Tendréis una buena perspectiva del salto y del río Arazas, el artífice de este hermoso cañón.
La cascada del Estrecho no deja a nadie indiferente, os hará sentiros muy pequeños frente a la madre naturaleza. Contemplar el agua precipitándose al vacío os embriagará y, por supuesto, os infundirá ánimos para seguir subiendo por el GR-11.
El camino que conduce de regreso a la senda GR-11 os hará retroceder unos pasos, aunque siempre existen atajos que no son del algrado de todos. La cuestión es alcanzar el hayedo de Ordesa, otro fabuloso rincón del valle que no debéis perderos.
Un 18% de la superficie del Parque Nacional está vestida por los bosques. Y una de sus principales formaciones boscosas es el "hayedo abetal", un lugar sombreado, fresco y tupido, hábitat de muchas especies animales y vegetales.
La senda describe continuos zigzag por la ladera de la montaña, entre los robustos hayedos, al margen del río, que queda relegado a un segundo lugar. En las zonas más sombrías podemos ver líquenes y musgos adheridos a las rocas.
El hayedo da paso a una zona de pastizales y de masas de pino negro. A nuestra derecha podemos ver la Faja de Pelay, el estrato rocoso que nos acompañará hasta el Circo de Soaso, y por encima de él, aparece la nieve.
Al final de la pradera, en las Gradas de Soaso, el río se descuelga formando repetidos escalones. La mano de la naturaleza ha cincelado este maravilloso paisaje, uno de los más impresionantes del Parque Nacional.
En este tramo nos sorprendió la lluvia, aunque no deslució ni un ápice la belleza de estos alucinantes saltos de agua. En la ladera opuesta del río vimos los primeros neveros.
Tras las Gradas de Soaso, el camino discurre por la zona llana y herbosa del Circo de Soaso, de origen glaciar, desde donde se obtiene una buena vista panorámica del macizo del Monte Perdido.
Y en la cabecera del Circo de Soaso, donde el valle se cierra, apareció la majestuosa cascada de la Cola de Caballo, que puso el punto final a esta maravillosa excursión.
Cascada Cola de Caballo |
Cascada Cola de Caballo |
Estábamos a 1.850 metros de altitud, en uno de los lugares más emblemáticos del Parque Nacional. Más arriba, en la cara sur del Monte Perdido, se encuentra el refugio de Góriz (2.200 m), pero la pertinaz lluvia desaconsejó ascender hasta él. Fue más sensato iniciar el descenso por el mismo camino de subida.
Acometimos el descenso a la Pradera de Ordesa por la misma senda que empleamos para la subida, la GR-11. Con una salvedad; a la altura de la cascada de Arripas, cruzamos el río Arazas por el puente de Arripas, y por una nueva senda, la GR-11-1, proseguimos el descenso.a la Pradera.
Esta nueva senda desciende por la orilla izquierda del río Arazas, lo cual proporciona una nueva perspectiva de la parte baja del valle. Desde los miradores de Bucardos y Gallineros volveréis a avistar el Circo de Cotatuero y los farallones de Fraucata y Gallineros.
Circo de Cotatuero |
Río Arazas desde la senda |
El camino concluye en el puente de los Pescadores, y antes de llegar a él podréis admirar el Tozal del Mallo, una pared digna de los mejores escaladores.