Esta larga ruta a pie por el centro de Sevilla comienza en la plaza Ponce de León, donde hemos fijado nuestra residencia. Aquí se encuentra la iglesia de Santa Catalina, construida en el siglo XIV en estilo gótico mudéjar.
En la iglesia tienen establecidas su sede la Hermandad del Cristo de la Exaltación, y las Hermandades de Gloria de la Virgen del Carmen y del Rosario, y de Santa Lucía. La entrada es gratuita.
![]() Iglesia de Santa Catalina |
![]() Iglesia de Santa Catalina |
A pocos metros de Santa Catalina, en la plaza Cristo de Burgos, se alza la iglesia de San Pedro, construida en el siglo XIV en estilo gótico-mudéjar. La iglesia está abierta gran parte del día. El acceso es gratuito.
En la iglesia de San Pedro fue bautizado el pintor sevillano Diego Velázquez, concretamente en junio de 1599. En su fachada hay un bonito retablo de azulejos dedicado a las Almas del Purgatorio.
A partir de la iglesia de San Pedro, avanzamos hacia el Palacio de las Dueñas por la calle Doña María Coronel. Esta calle destaca por los naranjos que la jalonan y por las imágenes de algunos santos en las fachadas de las casas.
Tras la visita al Palacio de las Dueñas, nos encaminamos hacia el norte por la calle Bustos Tavera, hasta alcanzar la calle San Luis, que seguiremos hasta el Arco o Puerta de la Macarena. Al inicio de esta vía veréis la iglesia de San Marcos, construida en 1248 tras la conquista cristiana de la ciudad.
La iglesia de San Marcos fue declarada Bien de Interés Cultural con la categoría de Monumento en 1931. El interior del templo es muy austero y falto de decoración, pero no pudimos verlo por estar cerrado al público.
En la parte posterior de San Marcos se encuentra la plaza de Santa Isabel, que constituye el principal acceso al convento de Santa Isabel, fundado en 1490 por doña Isabel de León.
En la parte intermedia de la calle San Luis se alza la iglesia San Luis de los Franceses, un destacado ejemplo de arquitectura barroca del siglo XVIII. La entrada sólo cuesta 2€, pero como nosotros no somos partidarios de pagar para ver templos religiosos, nos contentamos con admirar su ornamentada fachada.
En la acera opuesta de la calle San Luis admiramos uno de los templos religiosos más antiguos de Sevilla, la iglesia de Santa Marina. Construida en el año 1262, la iglesia destaca por su torre del reloj, sus techos abovedados y sus galerías con arcos.
Y muy cerca de la Puerta de la Macarena, al final de la calle San Luis, se halla la iglesia de San Gil, construida en la segunda mitad del siglo XIII, o sea, casi inmediatamente después de ser reconquistada la ciudad por Fernando III el Santo.
San Luis es una de las calles de mayor trascendencia histórica, pues en ella estuvo el cardo máximo de la ciudad romana, que posteriormente sería calle mayor de la Sevilla islámica, gracias a confluir en uno de sus extremos uno de los principales accesos a la ciudad desde el exterior, la actual Puerta de la Macarena.
El Arco de la Macarena es una puerta de color arena del siglo XII. Perteneció a las antiguas murallas de la ciudad, con elementos clásicos y andalusíes.
El Arco de la Macarena toma su nombre de la basílica de la Macarena, templo fundado en 1949 y que con el paso del tiempo se ha convertido en uno de los centros de culto más bonitos de Sevilla.
En el interior de la basílica abundan las imágenes y frescos, así como la plata, creando una atmósfera divina perfecta para el culto. El altar mayor acoge La Macarena, la virgen más famosa de Sevilla (con permiso del resto).
El Arco de la Macarena es el inicio de la muralla islámica construida entre los años 1107 y 1143. Dicha construcción se completó en la segunda mitad del siglo XII con las reformas y reconstrucciones de los almohades.
La torre más monumental de la muralla es la llamada Torre Blanca, o torreón de la Tía Tomasa, de planta octogonal y dos pisos abovedados.
La parte final de esta larga ruta nos conduce al parque de los Perdigones. Aquí se localiza la Torre de los Perdigones, de planta cuadrada, que formaba parte de la antigua fábrica de "San Francisco de Paula", conocida popularmente como "Fábrica de Perdigones".
Junto al parque se encuentra el puente de la Barqueta, que fuera uno de los principales accesos a la Expo'92. Vale la pena acercase a la barandilla para ver el río Guadalquivir, con el cercano puente del Alamillo como telón de fondo.