El Puente de Isabel II, conocido popularmente como Puente de Triana, es la principal vía de entrada al barrio desde el centro de Sevilla y un icono de la ciudad.
Construido en el siglo XIX, este puente de hierro ofrece unas vistas preciosas del río Guadalquivir y del barrio de Triana. Por el otro lado, veréis el Puente de la Barqueta, el principal acceso a la Expo'92.
Al final del Puente de Triana, a mano derecha, veréis la iglesia del Carmen, patrona de los marineros. Fue construida en los años 20 del siglo pasado para reemplazar la anterior iglesia, que fue demolida por las obras del puente.
La entrada al barrio de Triana desde el puente tiene lugar en la plaza del Altozano. Aquí se encuentra una estatua dedicada al flamenco y un ambiente animado con terrazas y comercios.
![]() Plaza del Altozano |
![]() Plaza del Altozano |
En un lateral de la plaza, junto al río Guadalquivir, se encuentra el pintoresco Mercado cubierto de Triana, con muchos puestos de productos agrícolas, carne, comida preparada. Vale la pena recorrerlo.
El mercado está construido sobre los restos del castillo de San Jorge, una antigua fortaleza que fue sede de la Inquisición. Hay un pequeño museo en su interior.
Menos mal que ya habíamos almorzado en un restaurante de Santiponce, porque ese domingo no cabía un alfiler en las terrazas de la peatonal calle San Jacinto.
El olor a comida lo impregnaba todo mientras caminábamos por la calle admirando los edificios más relevantes, como el Ayuntamiento de Triana, que exhibe azulejos sevillanos en su fachada.
Al final del tramo peatonal de esta amplia calle, dimos con la parroquia de San Jacinto, templo de la orden dominica que destaca por su gran tamaño. Fue fundado en el siglo XVII.
Volvimos a la plaza del Altozano para proseguir con la visita al corazón del barrio. Nos adentramos por la calle Pureza, una de las más tradicionales de Triana, con casas de arquitectura típica del barrio.
En la calle Pureza se encuentra la capilla de los Marineros, hogar de la Hermandad de la Esperanza de Triana, una de las cofradías más importantes de la Semana Santa sevillana.
En esta calle también se alza la iglesia de Santa Ana, del siglo XIII, una de las más antiguas de Sevilla. Es conocida popularmente como la "Catedral de Triana".
En la parte posterior de la iglesia de Santa Ana se encuentra el campanario, adornado con azulejos sevillanos. A los pies de la torre se localiza la calle Pelay Correa, un imprescindible de Triana.
Un recorrido a pie por Triana debe incluir la calle Betis, una de las más pintorescas del barrio, trazada en paralelo al río Guadalquivir.
En la calle Betis encontraréis restaurantes y bares de tapas con vistas al río, ideales para disfrutar del atardecer. Eso sí, aquí deberéis rascaros los bolsillos, pues los precios son altos. Nosotros disfrutamos más contemplando la Torre del Oro, que aparecía majestuosa en la orilla opuesta.