Este largo trayecto en coche, perteneciente a la legendaria Ruta de los Reyes, transcurre entre Mádaba al norte y Wadi Musa al sur. Atravesaremos dos colosales barrancos: Wadi Al-Mujib y Wadi Hasa, y veremos Al-Karak, ciudad dominada por un imponente castillo.
A partir de Mádaba hacia el sur, por la ruta 35, el terreno se torna cada vez más árido y las poblaciones se hallan a más distancia las unas de las otras. Tras dejar atrás la localidad de Divan arribamos al primer gran obstáculo de la jornada: el barranco Wadi Al-Mujib.

Wadi Al-Mujib desde el mirador norte
Nos detuvimos en el mirador norte para observar el enorme cañón por el que discurría un diminuto cauce de agua. Samir, nuestro guía, nos explicó que ese río desembocaba en el mar Muerto, unos kilómetros valle abajo.

Wadi Al-Mujib desde el mirador norte
Me llamó mucho la atención la aridez extrema del terreno, con las laderas de los montes desprovistas de vegetación. No vi un árbol en muchos metros a la redonda. La carretera destacaba en el secarral, serpenteando por el barranco hasta alcanzar el río.

La carretera desde el mirador norte

La carretera desde el mirador norte
Acometimos el descenso por el wadi, hasta alcanzar el nivel de la presa. En sus secas orillas vimos algún rebaño de cabras guiadas por un pastor. No entendíamos cuál podría ser el menú del día.

Un rebaño de cabras en el wadi
Tras acometer el ascenso por el lado sur del barranco, volvimos a detenernos en un nuevo mirador que contaba con un bar de carretera, el "Grand Canyon View". Desde este nuevo mirador pudimos contemplar la presa Mujib, que presentaba un nivel más que razonable.

Bar Grand Canyon View

Presa Mujib desde el mirador sur
CASTILLO DE AL-KARAK
Cuarenta y cuatro kilómetros separan Wadi Al-Mujib de Al-Karak, nuetra siguiente parada en la Vía de los Reyes. Tardamos una hora justa en situarnos en las afueras de la villa, a los pies del imponente Castillo.

Llegamos a Al-Karak
El Castillo se alza sobre una colina a unos 900 metros sobre el nivel del mar, controlando la antigua Vía de los Reyes y ofreciendo unas vistas espectaculares del valle del Wadi al-Karak.

Exterior del castillo de Al-Karak
El Castillo fue construido en el siglo XII por los cruzados —concretamente por Payen le Bouteiller, señor de Transjordania— y se convirtió en uno de los principales bastiones del Reino Cruzado de Jerusalén. Su posición estratégica permitía controlar las rutas comerciales entre Damasco, La Meca y Egipto.

Acceso al Castillo
Más tarde, en 1183, el Castillo fue asediado por Salah ad-Din (Saladino), quien finalmente lo conquistó en 1188. Los ayubíes y posteriormente los mamelucos reforzaron su estructura y durante siglos siguió siendo un punto militar clave en la región.

Interior del Castillo
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Interior del Castillo
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El Castillo es un ejemplo sobresaliente de la arquitectura militar cruzada, adaptada a las montañas de Jordania: tiene muros de más de 40 metros de altura y siete niveles subterráneos de pasadizos, salas y almacenes.

Interior del Castillo
En su interior se conservan galerías, cocinas, establos, mazmorras y salones con bóvedas de piedra. Los mamelucos añadieron torres redondeadas y ampliaron las fortificaciones exteriores. En la parte superior, un mirador natural ofrece panorámicas del entorno árido y montañoso.

Panorámica desde el Castillo
Hoy el Castillo forma parte del Parque Arqueológico de Karak, con un pequeño museo arqueológico que exhibe cerámica, monedas y utensilios de las épocas cruzada e islámica.

Panorámica desde el Castillo
WADI HASA
Después de almorzar en Al-Karak nos incorporamos a la ruta 35 o “Vía de los Reyes”. Media hora más tarde llegamos al segundo obstáculo de la jornada: el gran cañón del Wadi Hasa, un amplio barranco que se parecía mucho a Wadi Al-Mujib.

Atardecer en Wadi Hasa
El barranco de Wadi Hasa, con montañas pedregosas carentes de vegetación y árboles, presentaba un gran desnivel. Por el fondo del valle discurría un pequeño río, pudimos avistar una presa.

Presa del río Hasa
En Wadi Hasa vimos un atardecer de postal, de esos que te marcan durante mucho tiempo. Mientras el sol se ocultba, algunos beduinos, apostados en el borde del abismo, meditaban en silencio.

Atardecer en Wadi Hasa
WADI MUSA
Cincuenta kilómetros antes de alcanzar Wadi Musa realizamos una parada para ver Dana, el único espacio natural de Jordania catalogado como Reserva de la Biosfera desde 1998. Este espacio tiene unos 300 kilómetros cuadrados y su paisaje alberga montañas rocosas pertenecientes a la cordillera del Rift y valles como Wadi Araba, además de dunas de arena y zonas boscosas.
A las siete de la tarde, siendo noche cerrada, llegamos a Wadi Musa. Nos alojamos en el hotel Grand View.

Hotel Grand View. Wadi Musa
Consejos e información útil
- Hay 200 kilómetros entre Mádaba y Wadi Musa por la carretera 35, la que tomamos nosotros.
- La ruta es un pelín larga, pero recompensa por los paisajes extremos que veréis.
- Al-Karak domina un paisaje de colinas con su imponente Castillo cruzado del siglo XII.
- Al-Karak es un buen lugar donde poder almorzar y reponer fuerzas.
- La villa también es ideal para cambiar divisas.
- No os asustéis cuando veáis los campos jordanos sembrados literalmente de bolsas de plástico negro. Ellos son así de limpios.
- Si pretendéis tomar fotos de beduinos despistados, ataviados con la vestimenta del país, llevad cuidado, porque si os pillan suelen enfadarse mucho.
- La ruta concluye en Wadi Musa, ciudad situada junto al yacimiento de Petra.
Vía de los Reyes
La Vía de los Reyes es una de las rutas más legendarias y antiguas de Oriente Próximo. Atraviesa el corazón de Jordania de norte a sur, siguiendo un recorrido milenario que ya era utilizado en tiempos bíblicos, moabitas, nabateos y romanos.

Mapa de la Vía de los Reyes
Jordania en 7 días
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