Valle de Ara desde el GR-11 |
Iniciamos la ruta en San Nicolás de Bujaruelo, junto al bucólico puente románico. El tramo inicial del GR-11 discurre por el lado izquierdo del valle, y apenas hay pendiente.
Y si echamos la vista hacia atrás, por encima del puente románico, contemplaréis el macizo del Gabieto (3.034 metros).
En la margen derecha avistaremos los barrancos de Crapera y Sandaruelo. En este último, si alzáis la vista, veréis la cascada de Sandaruelo, cuyas aguas descienden de forma estrepitosa por el frondoso bosque, procedentes de la cordillera axial (fronteriza con Francia).
Los primeros metros del ascenso los realizamos por la pista forestal que sube al valle de Otal, y que sólo es apta para vehículos autorizados. Aquí podremos apreciar el bosque bajo, repleto de hayas, abetos y pinos.
Vale la pena deternerse para tomar buenas fotos del paisaje. De esta forma contemplaréis el fluir del río Ara, el único sin regular y el más largo del Pirineo. ¡Os encantará!
A partir del puente de Oncins (1.360 metros), la senda discurre por la otra orilla del río Ara y gana mucha altura en pocos metros.
Atravesaremos una zona boscosa, donde el río es sólo un murmullo, pues se encuentra varios metros bajo nuestros pies, serpenteando por la pradera de Laña Larga. Y como telón de fondo, disfrutaréis con la presencia del macizo del Gabieto, en el límite occidental del Parque Nacional de Ordesa.
Por encima de la pradera de Laña Larga, en algunos salientes de la senda, avistaremos en la ladera opuesta el torrente de Otal, que se precipita del valle homónimo hasta el río Ara por entre un tupido bosque.
Poco después, la pendiente se modera y volvemos a situarnos junto al río Ara. A nuestra derecha aparecerá el estilizado Salto del Pich, que cruza la senda con abundante agua procedente de la cordillera axial.
Salto del Pich |
Salto del Pich |
Transcurridos unos veinte minutos, encontraremos a mano derecha el refugio de los Pastores del Vado (1.591 metros).
Aquí pusimos punto final al ascenso por el GR-11. Abandonamos la senda para descansar en la verde pradera que se abría a nuestros pies, que resultó ideal para tomar el reconstituyente almuerzo del día.
En la ladera opuesta del valle divisamos el torrente de Ordiso, con sus aguas bravas formando una sucesión de cascadas y rápidos. Una senda que atraviesa el puente de Ordiso conduce al valle de Ordiso, un apartado rincón del Pirineo que os llevará a lugares maravillosos.
La senda GR-11 comunica el valle de Bujaruelo con Panticosa, en el vecino valle de Tena, pero nosotros no llegamos a coronar el puerto. Nos quedamos en la extensa pradera junto al Ara, frente a la entrada del pequeño valle de Ordiso.
Un poco más al norte, a nuestra derecha, se proyectaba la sombra del macizo del Viñemal, o Viñamala, cuya cumbre (3.298 metros) constituye el punto más alto de los Pirineos axiales. Recordemos que las cimas más altas (Aneto, Posets y Monte Perdido) se encuentran completamente en territorio español.