En la parte alta del núcleo medieval destaca el Castillo, de los siglos XI-XVI, con su muralla perimetral. Si dejáis el vehículo en el aparcamiento de pago accederéis a la fortaleza por el puente que salva el foso.
En esta fortaleza pueden apreciarse dos construcciones militares distintas: la primitiva medieval, de la segunda mitad del siglo XI, y otra más reciente, de finales del siglo XVI, en tiempos del rey Felipe II (I de Aragón).
El castillo fue declarado Monumento Histórico-Artístico en 1931. Desde entonces se han ido realizando labores de consolidación y restauración que le han devuelto parte de su aspecto original.
La muestra más visible del primitivo recinto medieval es la Torre del Homenaje, que en la actualidad se halla rodeada de construcciones posteriores. El interior acoge el Ecomuseo de la Fauna Pirenaica.
Unas escaleras os permitirán subir a lo alto de la Muralla, la cual podréis recorrer perfectamente a pie hasta la puerta de acceso al Castillo. Junto a la puerta tendréis la mejor vista panorámica de Aínsa, con la plaza Mayor en primer término.
La plaza Mayor ha sido durante siglos el escenario de las célebres ferias y mercados de Aínsa. Construida durante los siglos XII y XIII, impresiona por sus dimensiones fuera de lo común y por la sencilla armonía de sus líneas
Se trata de una de las plazas medievales más bonitas de España. Está porticada por dos de sus laterales, y cabe destacar que los soportales son distintos entre sí.
En el lado este, entre las calles Escaleretas y Mayor, se encuentra el Ayuntamiento, edificio que, junto a la torre de la iglesia, configuran una de las imágenes más representativas de la villa.
El estilo de la plaza es típicamente románico, con sus arcos de medio punto. Las casas de la plaza son de estructura parecida y bajo los porches se encuentran dos prensas de vino comunales.
En la calle Escaleretas se encuentra la iglesia de Santa María, uno de los templos más sobresalientes de todo el Sobrarbe, caracterizándose por su sobriedad y desnudez.
Su construcción debió iniciarse a finales del siglo XI y debió terminarse en la segunda mitad del siglo XII. Se trata un buen ejemplo del románico aragonés. Adosada a la nave veréis el Arco del Hospital, un pintoresco rincón de la villa.
La iglesia posee una torre campanario de 30 metros de altura, que desempeñó un doble papel: religioso y militar. La nave, que se puede iluminar por un euro, dispone de un pequeño claustro, y en los bajos se encuentra la cripta con algunos capiteles originales.
Iglesia de Santa María |
Iglesia de Santa María |
Las viviendas del núcleo medieval se organizan en torno a las dos calles que, partiendo de la plaza Mayor, se fusionan en la placeta de San Salvador: la calle Mayor y la calle Santa Cruz.
Calle Santa Cruz |
Calle Mayor |
En la calle Mayor encontraréis algunos edificios interesantes, como la Casa Bielsa, que aún conserva el escudo de armas en la fachada (de los pocos que quedan en Aínsa).
Casa Bielsa. Calle Mayor |
Casa Bielsa. Calle Mayor |
En otras casas de la calle Mayor os llamará la atención las portadas, construidas con arcos de medio punto rebajados monolíticos o adovelados, y los huecos de las ventanas, de reducidas dimensiones debido al clima duro y frío.
De la placeta de San Salvador, a través de un arco ubicado bajo una vivienda, accederéis al Mirador de las Morismas, una perfecta atalaya desde la que poder observar el encuentro entre los ríos Cinca y Ara.
Las murallas de Ainsa se conservan en su mayor parte enmascaradas por las viviendas que se adosaron por su cara interior.
Portal de Abajo |
Portal de Abajo |
Todavía podemos admirar cinco de las siete puertas que existieron en los dos recintos amurallados: Portal de Abajo, Portal de Afuera, Portal Alto, Portal de Tierra Glera y Portal del Callizo.