Inicamos la visita a Villaviciosa por el Parque Ballina, una zona de esparcimiento que data de 1928. Dando un paseo por el interior del parque encontramos la estatua que recuerda el mercado de ganado que antaño se celebraba en este lugar, así como la escultura de bronce de Eduardo Úrculo, que representa un sombrero y siete manzanas.
A partir del Ayuntamiento comienzan las calles estrechas y peatonales que conforman el centro histórico, que alberga interesantes edificios de gran valor histórico.
Algunos de los edificios que no debéis perderos son el Hotel España y, junto a él, la Casa natal de José Caveda y Nava, político y crítico de arte asturiano, nacido en Villaviciosa en 1796.
Nos encontramos en la plaza de Caveda, en pleno corazón de Villaviciosa. Aquí se localiza la estatua de Carlos I y la Casa-Palacio de los Valdés, uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad.
Callejeando por Villaviciosa podréis admirar la iglesia de Sta. María de la Oliva (siglo XII), los restos de la muralla medieval (siglo XIII) y el Teatro Riera, un ejemplo representativo de la arquitectura asturiana de la década de 1940. Frente a su fachada podréis ver la escultura de la Manzanera, obra del catalán Marià Benlliure.
La ría de Villaviciosa, declarada Reserva Natural, se extiende al norte de Villaviciosa. De camino a Tazones por la carretera admiramos este amplio espacio natural de alto valor ecológico y paisajístico.
La ría es el marco de actividades marítimas, pesqueras y económicas de la historia reciente del concejo. Tiene unos 8 km de longitud y una amplitud que oscila entre 1 km y 200 metros. En ella podemos encontrar playas, dunas, estuario y acantilados, en el cual habitan aves acuáticas.
Al final de la carretera apareció Tazones, villa marinera que destaca por su caserío popular. Está declarada conjunto histórico y pueblo bonito de España desde 2019.
El pueblo conserva sus viejas calles empedradas, así como sus típicas casas, la mayoría originales, de paredes enfoscadas y blanqueadas, ribeteadas de multitud de vivos colores en las ventanas, puertas, corredores y galerías de madera.
La actividad pesquera ha sido documentada desde mediados del siglo XII, constatándose en diversidad de escritos la importancia ballenera de este puerto.
Durante los siglos XV y XVI atracaban y zarpaban de aquí barcos de la costa europea y española con productos variados. En 1517, esta ensenada fue escenario de la llegada de Carlos I a España. Sus barcos fondearon frente al puerto de Tazones.
La Costa Oriental asturiana, desde el límite con Cantabria, en la Ría de Tina Mayor, hasta la ría de Villaviciosa, constituye una línea de acantilados con una gran concentración de playas. Las sierras prelitorales alcanzan su mayor altura en el pico Turbina (1.315 m) y las poblaciones más turísticas son Llanes y Ribadesella.