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 Cala Salada |
- Para este circuito por la isla de Ibiza utilizamos una práctica fórmula: avión + coche de alquiler de seis plazas.
- Si viajáis seis personas podréis abaratar costes alquilando un monovolumen equipado con seis asientos, justamente lo que hicimos nosotros.
- El hotel Cala Llonga, situado en la playa homónima, es ideal para alojarse ya que se encuentra en la mitad de la isla.
- Una buena estrategia para visitar la isla gastando poco dinero consiste en alojaros en régimen de media pensión, que incluye desayuno y cena.
- Cuando vayáis a algunas playas, tened paciencia y llevad la cartera a mano para abonar el aparcamiento. Algunas calas suelen tener precios prohibitivos.
- Si queréis probar la gastronomía local a buen precio, os aconsejo que vayáis a Santa Gertrudis de Fruitera, en el corazón de la isla.
- Ibiza está plagada de calas, pero si pretendéis pisar alguna de las mejores, debéis ir a cala Salada, en la costa occidental.
- Trayectos:
1/ De Cala Llonga a Cala Salada.
2/ De Cala Salada a Santa Gertrudis.
3/ De Santa Gertrudis a Cala d'Hort.
4/ Es Cavallet y Ses Salines. - Alojamiento: Hotel Cala Llonga.
- Almuerzo: Restaurante en Santa Gertrudis.
- Lo mejor:
- Cala Salada, con diferencia, la mejor playa de toda la isla.
- El peñón de Es Vedrà visto desde Cala d'Hort. - Lo peor:
- Encontrar aparcamiento en Cala d'Hort y Ses Salines.
El oeste de la isla esconde las mejores calas de Ibiza. Habíamos visto Playa Comte y Cala Vedella. Sin embargo, todas las guías que llevábamos nos aconsejaban que pisáramos Cala Salada, al norte de Sant Antoni de Portmany. Y eso hicimos, saborear la mejor playa de la isla.
El acceso a la arena se podía realizar por un sendero trazado en el bosque o por la arena, sorteando algunos hangares donde descansaban pequeñas barquitas. Las mansas aguas de la cala, debido a la arena blanca y fina, tenían el tono turquesa más sorprendente que había visto en mucho tiempo.
A la hora de comer nos dirigimos al corazón de la isla. Queríamos evitar a toda costa los caros restaurantes de la costa, que suelen tener precios caros. Almorzamos en un restaurante de comida local ubicado en Santa Gertrudis de Fruitera, bonito pueblo de casas blancas rodeado de un mar de olivos y almendros.
 Santa Gertrudis |
 Santa Gertrudis |
Por la tarde nos desplazamos hacia el sur de la isla para darnos un nuevo remojón en Cala d'Hort, otra fantástica playa de Ibiza. La cala es de arena y en determinadas fechas, no fue nuestro caso, es complicado plantar la toalla debido a la multitud que la abarrota. Frente a la arena se alza el impresionante islote rocoso de Es Vedrá, de 385 metros de altitud. Su visión no deja a nadie indiferente.
Es Vedrà. Cala d'Hort
A última hora de la tarde, antes de regresar a Cala Llonga, aún tuvimos tiempo de saborear dos nuevas playas de Sant Josep: Es Cavalallet y Ses Salines.
Y la primera fue Es Cavallet, cala frecuentada por famosillos que devoran mojitos apoltronados en los típicos sillones chillout. De arena blanca y fina, esta playa suele tener buenas olas, debido en parte al canal que la separa de la cercana Formentera.
Es Cavallet
Y un poquito más al sur, tras agonizar varios minutos en busca de aparcamiento, nos plantamos en Ses Salines, otra playa frecuentada por los famosos y aspirantes. Si os gusta el balompié y os dejáis ver por la playa en junio, encontraréis algún que otro futbolista haciendo uso de los sillones chillout. Integrada en un parque natural cuajado de bosques y fauna local, toda la zona es apta para dar buenos paseos a pie.
 Ses Salines |
 Ses Salines. Formentera al fondo |
