Playa Comte |
El día anterior habíamos saboreado buenas playas del norte de Ibiza; y claro, cuando se visita esta isla por primera vez, lo que uno pretende es abarcar las máximas posibles. Y esta vez nos fuimos derechitos a Sant Antoni de Portmany, en el oeste de la isla, para descubrir en primer lugar playa Comte, una de las calas rocosas más espectaculares de la isla, que lógicamente, resulta ideal para la práctica de esnórquel.
Playa Comte |
Playa Comte |
Por cierto, agazapados entre las paredes rocosas de esta hermosa cala, encontraréis bares con encanto, de esos que tanto gustan en Ibiza, repletos de cojines, con música chillout de fondo y precios prohibitivos.
Más al sur, dimos con Cala Molí, perteneciente a Sant Josep de Sant Talaia, un remanso de aguas cristalinas y arena blanca al que accedimos siguiendo el cauce de un torrente. La playa, apartada y rodeada de bosques, cuenta con un resort con piscina. Lo peor fue el aparcamiento, pues dejamos el coche muy retirado de la cala.
A la hora de almorzar, evitamos los altos precios del resort de Cala Molí y nos acercamos a Sant Josep de Sa Talaia, pueblo de casas blancas que cuenta con una bonita iglesia y con restaurantes con precios más asequibles.
De regreso a la costa, quisimos probar los encantos de Cala Vedella, una de esas playas ibicencas donde el bosque parece abrazar a la arena. Rodeada por un hermoso entorno natural, la cala es de fácil acceso. Sus aguas de color turquesa nos cautivaron a todos.
Nos reservamos el final de la jornada para realizar una excursión al margen del agua. Cerca de Sant Josep se encuentra el Talaiassa, de 476 metros de altitud, el monte más alto de Ibiza. Una estrecha carretera nos condujo hasta la cima. Desde arriba, con día despejado, contemplamos una maravillosa vista panorámica de la isla.
Norte de Ibiza desde Talaiassa |
Ciudad de Eivissa desde Talaiassa |