Hotel San Borondón |
Lo primero que hicimos nada más instalarnos en el hotel San Borondón fue acercarnos al puerto pesquero, que a esas horas de la tarde concentraba un buen puñado de bañistas refrescándose en sus frías aguas. Desde el espigón contemplamos la batería de Santa Bárbara, fortificación defensiva que se halla anexa a la Casa de la Real Aduana.
Casa de la Real Aduana |
Batería de Santa Bárbara |
Al otro lado del puerto, caminando por la calle Santo Domingo, fuimos a parar a la Punta del Viento, un mirador con vistas privilegiadas de la playa de San Telmo. Esta playa está formada por una sucesión de piscinas naturales abiertas entre las rocas del arrecife. Y sorprende ver a los bañistas chapotear alegremente, al margen de las embestidas de las olas.
Conviene callejear por el casco antiguo de Puerto de la Cruz. Y no debéis perderos la plaza de la Iglesia, situada a las puertas de la parroquia Matriz, donde destacan varios dragos canarios, araucarias, palmeras canarias, laureles de indias y otros árboles de gran porte. En cuanto a patrimonio arquitectónico, tenéis la Casa Iriarte, casa tradicional de estilo canario, o la calle de las Damas, que también cuenta con viejos edificios del siglo XVI.
Y para concluir este primer contacto con el centro histórico, recomiendo que os acerquéis a la plaza del Charco, considerada como el corazón de Puerto de la Cruz. Podréis sentaros en la terraza de un bar y, a la sombra de las palmeras canarias, degustar algún plato típico.
Plaza de la Iglesia |
Casa Iriarte |
Calle de las Damas |
Puerto de la Cruz cuenta como principal atractivo con el complejo del Lago Martiánez, obra de César Manrique, que incluye esculturas, fuentes, elementos de horticultura y, por supuesto, grandes piscinas en las que tomar suntuosos baños. Aquí encontraréis chiringuitos donde adquirir comida y bebida, alquiler de hamacas y de sombrillas y vestuarios donde cambiaros.
Lago Martiánez |
Lago Martiánez |
Podéis llegar caminando hasta el Jardín Botánico. Desde la playa de Martiánez debéis tomar unas escalinatas que conducen al Mirador de la Paz, donde disfrutaréis de una fantástica vista del mar, con la playa a vuestros pies. Dejaréis a mano izquierda la ermita de Amaro y ya sólo tendréis que avanzar por la calzada Martiánez, hasta localizar la entrada al jardín.
Mirador de la Paz |
Ermita de Amaro |
El Jardín Botánico, creado en el año 1788, es otro de los atractivos de Puerto de la Cruz. En su interior, rodeados de estanques y de acequias de aguas, podréis ver plantas exuberantes y raras especies arbóreas traídas de varios rincones del planeta, sobre todo de los trópicos.
Puerto de la Cruz tiene varias playas. De camino al Jardín Botánico habíamos visto la arenosa playa negra de Martiánez, y en el centro histórico la rocosa playa de San Telmo. Playa Jardín, otra playa de arena negra, estaba más cerca de nuestro hotel y resultó ideal para esa primera toma de contacto con el océano Atlántico, de aguas frías y revueltas. Diseñada por el artista César Manrique, la playa está integrada en un bello jardín de especies vegetales endémicas.
Playa Jardín |
Playa Jardín |