Si visitáis Briones, como fue nuestro caso, tendréis una buena vista de las bodegas Vivanco desde el mirador situado en la parte posterior de la oficina de turismo.
Una vez aparquéis el vehículo en la bodega Vivanco conviene prestar atención al cerro donde se ubica el centro histórico de Briones. Apreciaréis el antiguo trazado de las murallas.
El aparcamiento está rodeado de viñas. Antes de acceder al interior nos acercamos a las cepas para realizar una primera toma de contacto con las uvas.
Junto al aparcamiento veréis el Jardín de Baco, que alberga más de 220 variedades de vides de todo el mundo. Esta es una de las principales cartas de presentación de la bodega.
Situadas en las afueras de Briones, la bodega Vivanco es una de las más prestigiosas de La Rioja. Ofrece la posibilidad de descubrir un mundo apasionante: el vino, cómo nace, cómo se hace y su simbolismo religioso, cultural y artístico.
La visita a la bodega fue maravillosa, se me hizo corta. Un joven empleado nos guio por el complejo, explicándonos en qué consiste el proceso de elaboración del vino.
En la primera sala vimos enormes toneles dispuestos en semicírculo, preparados para recoger el vino tras ser extraído de la uva. Me sentí muy pequeño.
En la siguiente sala aparecieron decenas de toneles más pequeños, organizados en hileras. Aquí, el vino adquiere carácter y, dependiendo del tiempo que permanezca en el interior del barril, tendrá la categoría de crianza o reserva.
La bodega evoca el protagonismo del vino en los ritos religiosos de distintas culturas y en la inspiración que los artistas han encontrado en esta bebida a lo largo de la historia.
Por cierto, si hacéis la cata en agosoto, tened cuidadao con la ingesta de alcohol y el cambio de temperatura entre la bodega y el exterior. Este cóctel fatal te puede dejar cao antes de entrar en el coche.
La bodega acoge el Museo Vivanco de la Cultura del Vino, reconocido como uno de los mejores del mundo dedicado al vino. En la Sala 1, conocida como "nacer, crecer, madurar", vimos viejas máquinas empleadas en la elaboración del vino.
En la Sala 2, denominada "Guardar las esencias", te explican el arte tradicional de la elaboración de barricas, la creación de botellas o la utilización de diferentes tipos de corchos.
En las salas 3 y 4 veréis obras de arte de artistas como Picasso, Sorolla, Juan Gris, Chillida, Barceló y Genovés, que reflejan la influencia del vino en diversas expresiones artísticas.
El museo nos enseña que el vino ha precisado de utensilios para su buen servicio y disfrute. La historia del servicio del vino se descubre a través de objetos de distintas épocas y de una extraordinaria colección de sacacorchos (hay unos 3.500).