Si llegáis a Briones en vuestro vehículo, podéis intentar estacionarlo en lo alto del cerro donde se asienta el centro histórico. Nosotros tuvimos suerte, pudimos aparcarlo en la calle San Juan, junto a la oficina de turismo.
En la parte posterior de la oficina de turismo se localiza un fantástico mirador que brinda vistas de la sierra de la Demanda y que cuenta con un pequeño parque infantil.
En la calle de San Juan se alza la ermita del Cristo de los Remedios, construida entre 1737 y 1748. Destaca su planta octogonal y sus contrafuertes cilíndricos.
A continuación nos dirigimos al corazón del centro histórico caminando por la empedrada calle de San Juan, entre edificaciones de los siglos XVI y XVII. Briones nos ofrecía su mejor carta de presentación.
Al final de la calle de San Juan fuimos a parar a la plaza de España, que vendría a ser la plaza Mayor de Briones. Destacan sus edificios porticados y los históricos, como la iglesia parroquial y el Ayuntamiento.
La plaza de España es el corazón de Briones. Uno de sus edificios más emblemáticos es el Ayuntamiento, ubicado en el Palacio del Marqués de San Nicolás.
El Palacio del Ayuntamiento es un edificio de la arquitectura civil de La Rioja del siglo XVIII. Fue mandado construir por Don Esteban de Francia. En la fachada destaca el espectacular alero de ménsulas de piedra y enteramente decorado con hojarascas, conchas, rocallas y molduras quebradas adornando los huecos.
En la plaza Mayor podréis ver la Casona de la Plaza, del siglo XVI. Se trata de uno de los edificios civiles más antiguos de La Rioja. Durante el siglo XVIII, servía como vivienda para el boticario de Briones.
La plaza de España está presidida por la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, templo gótico-renacentista del siglo XVI que exteriormente destaca por su majestuosa torre barroca.
Tuvimos suerte esa tarde, pues el interior del templo estaba abierto. El acceso era gratuito, lo cual aprovechamos para contemplar el órgano y el impresionante retablo mayor renacentista.
![]() Retablo mayor de la iglesia |
![]() Órgano de la iglesia |
La Sacristía es un hueco rectangular dividido en cuatro tramos o capillas mediante pilastras y fue acabada en 1680. Sus muros están construidos con sillares labrados. En su interior hay piezas extraordinarias: chapas de plata, espejos barrocos, relicarios...
![]() Sacristía de la iglesia |
![]() Capilla de la iglesia |
Al norte de la plaza de España, de camino al mirador del Ebro y al Torreón, pasamos por la calle La Rioja, representativa del centro histórico, con buenas casonas exhibiendo sus típicas fachadas de piedra.
![]() Calle La Rioja |
![]() Calle La Rioja |
El centro histórico de Briones se encuentra en lo alto de un cerro fortificado por una muralla. El río Ebro discurre por la ladera norte, y desde el mirador se puede contemplar el fluir de sus aguas entre el mar de viñedos.
Un punto clave de Briones en el pasado fue su muralla. Y en el extremo nororiental se halla el Torreón, de planta cuadrada, que ofrece las mejores vistas de la vega del Ebro.
Esta ruta por el centro histórico va de la plaza de España a la Puerta de Villa a través de la empedrada calle Mayor, una de las más importantes de Briones.
![]() Calle Mayor |
![]() Calle Mayor |
Las antiguas murallas medievales aún conservan dos de sus puertas originales: la Puerta de la Media Luna y la Puerta de la Villa, construida entre los siglos XIII y XIV.
En la Puerta de la Villa podréis admirar un buen tramo de la muralla original que defendía Briones en época medieval. Al atardecer, con el sol bajo, es el mejor momento para admirar la piedra de la muralla.
Agazapado entre la muralla podréis ver las Ruinas del Castillo, del que apenas queda nada. A través de una escalera metálica de caracol se accede al mirador del Castillo. Por si alguien se anima.
Por último, de regreso a la plaza de España para concluir la visita a Briones, vimos buenas casonas centenarias en la calle Bergareche, con fachadas de piedra exhibiendo escudos heráldicos y contrafuertes.