Ruta del Parrizal |
Para iniciar la ruta lo más próximo posible a las pasarelas de madera conviene cubrir en vehículos o bicis los seis kilómetros asfaltados (carril estrecho y sin arcén) que separan Beceite del aparcamineto ubicado en la barrera o Punto de Control (ahora es de pago obligatorio: 10€ por coche).
A partir de la barrera comienza el sendero propiamente dicho, el que remonta el río Matarraña por su orilla derecha. Superados un par de meandros de suave ascenso se llega al estrecho de la Fenellasa, una angostura donde la roca abraza el agua del río.
Este desfiladero se localiza en una gran curva que traza el río. Desde un pequeño puente o desde el extremo opuesto del meandro podréis contemplar cómo las bravas aguas se abren paso entre las rocas.
Estrecho de la Fenellasa |
Estrecho de la Fenellasa |
Durante el ascenso por la ruta pasaréis por algunos túneles, que reflejan el pasado minero de esta zona del Matarraña. De hecho, los primeros metros de la senda del Parrizal discurren por una antigua vía minera. Por eso el ascenso es muy suave.
Una de las zonas más interesantes de la ruta se encuentra a la altura del cartel que anuncia el desvío a las pinturas rupestres de la Fenellasa, y que nosotros no tomamos.
Aquí también veréis el cartel que anuncia la Cova de la Dona, una de las muchas oquedades que hay en la ruta. Esta en concreto, llama la atención por su forma alargada. Tened presente que el acceso a la cueva es muy empinado y se realiza por una resbaladiza roca.
Proseguimos con el suave ascenso por la senda, con el río a nuestera derecha y el gorgoteo del agua amenizando la marcha. Hasta que alcanzamos las primeras pasarelas de madera, cumpliendo así nuestro objetivo inicial.
A partir de aquí acaba el amplio camino. Para avanzar hay que abordar diversas pasarelas de madera que, acolladas en la piedra, permiten sortear las bravas aguas del río Matarraña. Este es el tramo más chulo de la ruta.
Esta ruta concluye en Els Estrets del Parrissal (Estrechos del Parrizal), un cañón de 60 metros de alto, 1,5 metros de ancho y 200 metros de largo, sólo transitable en época estival. Otra vez será. Valderrobres nos aguardaba.
Pasarela de madera |
Fin de la ruta |