Cuando ves Cornago desde la carretera, procedente de Igea, te quedas boquiabierto. Desparramadas por la gran montaña que dio origen al topónimo, se hacinan las casitas que conforman el núcleo medieval
Coronando la cima de la montaña llama la atención el castillo de los Luna, una fortaleza del siglo XII que destaca por sus cuatro torres, tres de ellas circulares y una cuadrada. Fue residencia del linaje de los Luna y ofrece vistas panorámicas del entorno.
Y pegada al castillo, en lo más alto del pueblo, también podréis admirar la parroquial iglesia de San Pedro. Construida entre los siglos XV y XVII, es un ejemplo destacado de la arquitectura religiosa de la época.
A unos dos kilómetros de Cornago se encuentra el desvío al yacimiento de Los Cayos, que viene marcado por la presencia de la maqueta a tamaño natural de un espinosáurido. La reproducción de este dinosaurio carnívoro hará las delicias de grandes y pequeños.
La maqueta impresiona por su realismo. Este bicho carnívoro tenía unas espinas prominentes en su lomo, una estructura anatómica que pudo poseer más de una función: exhibición sexual, locomoción acuática, almacenamiento de grasa o regulación de temperatura.
Si os acercáis a Los Cayos desde Cornago, deberéis tomar el estrecho carril asfaltado que comienza junto a la maqueta de espinosáurido. Otro punto de referencia es una gran alberca de agua.
Transcurridos unos 2,5 km por el carril alcanzaréis el aparcamiento de Los Cayos, un amplio espacio donde podréis estacionar el vehículo. Aquí encontraréis carteles informativos referentes al yacimiento.
Para alcanzar el yacimiento paleontológico deberéis seguir la barandilla de madera levantada junto a la carretera. Antes de acceder a la senda veréis una zona de pícnic con mesas y bancos de madera.
La zona de Los Cayos incluye más de 2.000 huellas de dinosaurios. El 95% de estas icnitas fueron producidas por dinosaurios terópodos (bípedos carnívoros) de tamaño mediano o grande.
Los yacimientos de Los Cayos (divididos en Los Cayos A, B, C, D, E y S) se caracterizan por la gran diversidad de huellas y su buen estado de conservación.
Los moldes se forman cuando se petrifica el relleno de una huella, y se asemejan a la forma del pie del animal. Aunque estos rastros no nos indican comportamientos gregarios, sí que se considera que hubo direcciones preferenciales de los dinosaurios debido a las características geográficas de aquel momento.
Las huellas sombreadas que aparecen bajo la techumbre de este yacimiento corresponden a carnívoros que habitaron esta zona de La Rioja hace 125 millones de años, cuando los dinosaurios eran los dueños del planeta.
Aparte de dinosaurios terópodos, ornitópodos y saurópodos, en Los Cayos se han encontrado huellas de pterosaurios (reptiles voladores), así como rastros dejados por tortugas.