Cerca de la Puerta de Alcalá, en la calle Serrano, se encuentra el Museo Arqueológico Nacional, un edificio neoclásico cuyo interior acoge una interesante colección de piezas pertenecientes a los distintos pueblos que ocuparon la actual España, desde la Antigüedad hasta épocas recientes. La entrada costó 3€ (niños gratis).
Dedicamos una hora y media a recorrer las tres plantas del edificio. Conviene seguir el orden establecido, que va desde la planta cero hasta la tercera: Paleolítico, Mesolítico, Neolítico, Edad del Bronce...; época romana, visigoda, musulmana...; e incluso una sección dedicada al mundo egipcio.
En la planta cero, la sección de Prehistoria muestra herramientas de piedra, objetos de cerámica y figuras antropomorfas que datan de miles de años.
Hay una excelente representación del arte rupestre ibérico, que refleja la vida y las creencias de los primeros habitantes de la Península.
Soy un amante del mundo íbero, pues considero que son nuestros antepasados directos. La frase "los íberos no nos hemos ido, seguimos aquí" debería ser un referente en las escuelas. El latín no es nuestra madre, como queda reflejado en el Diccionario Euskoibero de la Lengua Española (DEILE) que presento en esta web.
Y lógicamente, no podía pasar por Madrid sin visitar la sección íbera del Museo Arqueológico Nacional. Es la parte del museo que más me embriagó, la que más tiempo dediqué en la visita.
En la actualidad, es conocido que los celtas nunca se establecieron en la Península, pues no se han encontrado enterramientos con carros, como ocurre en Europa central. De hecho, se sabe que no pasaron del río Garona hacia el sur.
Aun así, nuestras autoridades, entre ellos los mandamases de este museo, insisten en denominar a los pueblos del centro y norte de España como celtíberos. (NO EXISTIÓ TAL UNIÓN). Lo que sí existió es un pueblo, el íbero, que dejó un maravilloso legado escultórico a lo largo y ancho del país.
![]() Figuras femeninas oferentes |
![]() Dama oferente y busto femenino |
En el museo podréis ver varias figuras oferentes, que son las representaciones más frecuentes de los santuarios, generalmente mujeres, aunque también hay algún varón. La más destacada es la Gran Dama Oferente, del siglo III o II a.C. También es conocida como Dama de Yecla.
Del muestrario de figuras del ático arcaico, destacan la Esfinge de Agost, con cabeza plenamente humana y cuerpo de aspecto felino, y la Bicha o Esfinge de Balazote, una escultura hallada en el municipio albaceteño de Balazote.
La pieza más famosa y una de las joyas del museo, la Dama de Elche, es un busto íbero tallado en piedra que data del siglo V a.C. Muestra un excepcional detalle en su tocado y joyas, representando a una mujer de alta jerarquía en la cultura íbera.
Similar en importancia a la Dama de Elche, la Dama de Baza es una figura funeraria hallada en la provincia de Granada. Representa a una mujer con atributos religiosos o de poder, y destaca por los colores originales conservados y el alto nivel de detalle en su representación.
Les llaman, de forma errónea, verracos celtíberos, cuando en realidad son verracos vetones (de las provincias de Ávila y Salamanca), unas esculturas de piedra con forma de toro o cerdo. No son de origen celta sino íberas, realizadas por pueblos íberos, de la península Ibérica. A ver si les entra en la cabeza a los gestores de la cutura de este país.
En una sala abierta del museo, perteneciente a la sección íbera, podréis ver el monumento de Pozo Moro, una tumba turriforme datada en el siglo VI a.C. Fue hallada en Pozo Moro (Albacete) y es única en su género debido a los relieves que la decoran.
![]() Monumento de Pozo Moro |
![]() Monumento de Pozo Moro |
La sección romana del museo es extensa y muestra desde mosaicos y esculturas hasta elementos cotidianos de la vida en Hispania, como monedas, cerámica y joyas. Es especialmente relevante el busto de Trajano, emperador romano de origen hispano, y una copia de la Dama de Ibiza.
El museo expone una muestra de la variedad de tumbas existentes en las necrópolis, reflejo de las diferencias sociales, y le dedica varias salas a las villas rústicas y a su rica decoración de mosaicos.
Aunque no es el enfoque principal, el museo cuenta con una interesante colección egipcia que incluye momias, sarcófagos, amuletos y estatuillas.
Las momias y los objetos funerarios ayudan a entender la importancia de las creencias religiosas y el culto a los muertos en la civilización egipcia.