Barrio de La Loma. Salobreña |
Cuando se llega en coche a Salobreña por la carretera de Motril, lo primero que le llama a uno la atención del pueblo es el enorme roquedo que se alza junto al mar, con sus casitas blancas desparramadas por su ladera.
TOPÓNIMO DE MOTRILConviene estacionar el vehículo en la parte baja de Salobreña, por ejemplo en el barrio del Brocal. De esta forma accederemos a pie a las estrechas callejuelas que configuran la trama urbana.
Las calles del Brocal fueron construidas aprovechando el trazado de la Muralla de Salobreña. Las que conducen a la loma son muy empinadas, no aptas para moverse en coche.
El centro histórico de Salobreña, conocido como La Loma, se desparrama en torno al peñón dominado por el imponente Castillo. Sorprende contemplar las casas de fachadas blancas apiñadas unas junto a otras.
Algunos cruces de calles de La Loma brindan una magnífica vista panorámica de la vega de Salobreña, con sus plantaciones de caña y sus frutas tropicales, y de Sierra Nevada, en este caso con la cumbre del Mulhacén exhibiendo algunos neveros.
Recomiendo que accedáis al Castillo por las escaleras de la calle Andrés Segovia, conocidas porpularmente como las Escaleras del Castillo.
Escaleras del Castillo |
Escaleras del Castillo |
En la parte superior de las Escaleras del Castillo se encuentra la Torre-Puerta, el principal acceso al Castillo. Llegamos cuando las taquillas ya habían echado el cierre, así que nos tuvimos que contentar con admirar la fortaleza desde el exterior.
Rodeamos el Castillo hasta alcanzar su lado norte. Allí se abre el Paseo de las Flores, un magnífico mirador desde el que poder contemplar el roquedo que acoge el Castillo.
El Castillo de Salobreña se encuentra en lo más alto del promontorio rocoso, a más de cien metros sobre el nivel del mar. En torno al roquedo se asentó población desde época remota, si bien la fortaleza se construyó hacia el siglo X. Su origen es árabe.
Los jardines que rodean esta antigua construcción árabe poseen unos estupendos miradores naturales de la Costa Tropical y de Sierra Nevada. La subida merece la pena.