La senda PR-PNPE-18, entre Bulnes y el refugio Jou de Cabrones, comienza en el Barrio de La Villa. Los primeros metros, hasta Bulnes de Arriba o Barrio del Castillo, se realizan por un carril bastante ancho. Me llamó la atención la capa de bubes que se adhería a las montañas. No tenían pinta de esfumarse en todo el día.
Bulnes de Arriba (700 metros), de calles más empinadas y casas más antiguas, es mucho más tranquilo que la parte baja de Bulnes. Eso sí, se trata de un núcleo muy pequeño.
El barrio del Castillo nos brindó excelentes vistas de la Villa de Bulnes, situada a unos 50 metros por debajo. Las casas sobresalían a duras penas entre la espesa vegatación.
La senda Jou de los Cabrones parte de Bulnes de Abajo, aunque nosotros pusimos en marcha el crono en Bulnes de Arriba. Durante el ascenso teníamos unas vistas fabulosas del valle del río Taje y de la senda que une Poncebos con Bulnes, recorrida por muchos senderistas que prescinden de los servicios del funicular.
El trayecto a pie entre Bulnes y Poncebos (descendente) se puede realizar en una hora y cuarto, y comienza a la derecha del funicular. Dada la dificultad del mismo, se aconseja informarse antes de realizarlo.
![]() Senda Bulnes-Poncebos |
![]() Senda Bulnes-Poncebos |
La senda Jou de los Cabrones se retuerce a partir del Mirador del valle de Tejo. Nos movemos por la entrada al canal de Amuesa entre una tupida vegetación, que parece no tener fin. De vez en cuando aparecen carteles informativos para recordarnos la distancia que falta hasta el refugio.
Conforme ascendemos realizamos pequeñas paradas para contemplar y gozar con las vistas que nos regala el tupido valle de Bulnes. Tras quince minutos de caminata alcanzamos los Llanos del Torno, situados en una cota superior a los 800 metros.
Los Llanos del Torno es una fabulosa pradera verde rodeada de escarpados picos, como el murallón de Amuesa, donde suele pastar el ganado, caballos, burros, cabras y otros animalitos que no avistamos.
Estuvimos solos en el Torno, rodeados de una espesa niebla que a veces no nos dejaba ver más allá de nuestras narices. Fue alucinante. Como también fue maravilloso zamparnos los bocatas ante la atenta mirada de los animales que nos vigilaban.
A partir del Torno, la pista que conduce al refugio Jou de Cabrones por el Canal de Amuesa se endurece cosa mala. Si preferís contemplar la montaña desde abajo, la pradera del Torno colmará vuestras pretensiones.