La entrada a los Baños Árabes se encuentra en la plaza de los Jurados, a pocos metros de la basília de Sant Feliu. Los baños fueron construidos en 1194, durante la Edad Media, en un momento en que las ciudades cristianas de la península Ibérica comenzaban a resurgir después de la dominación musulmana.
Los baños fueron diseñados como un espacio público, siguiendo la tradición romana e islámica de baños termales que servían tanto para la higiene personal como para la socialización y el bienestar, permitiendo a los ciudadanos acceder a baños de agua fría, caliente y salas de vapor. En 1929 fueron declarados Monumento Histórico-Artístico, lo que permitió su conservación y restauración.
A pesar de su nombre, los baños están construidos en estilo románico, con influencias árabes. Las columnas, arcos de medio punto y la simplicidad decorativa son características que se pueden observar en las diversas salas.
Las salas imitaban las termas romanas y los hammams islámicos, donde los usuarios podían pasar por diferentes etapas del baño, con cambios en la temperatura del agua y del ambiente.
La primera estancia, la Sala de Recepción o apodyterium, es una sala de vestuario, donde los visitantes se preparaban antes de pasar a las salas de baños.
![]() Sala del apodyterium |
![]() Sala del apodyterium |
El apodyterium es conocido por su hermosa cúpula octogonal sostenida por columnas con capiteles que rodean una piscina central, característica de las termas romanas y de los baños islámicos.
Otras estancias que se pueden ver en los baños son el frigidarium, una sala con agua fría; el tepidarium, o sala templada; y el caldarium, una sala con agua caliente donde los usuarios podían disfrutar del vapor y la alta temperatura.
Por medio de unas escaleras alcanzamos la azotea del edificio. Y lo primero que vimos fue la cúpula octogonal sobre el apodyterium, con pequeñas ventanas en forma de arco que permiten la entrada de luz natural al interior.
Se puede caminar por un tramo bastante largo de la azotea, una atalaya que, desde diferentes ángulos, brinda estupendas vistas panorámicas de la parte vieja de Gerona.
![]() Vistas desde la azotea de los baños |
![]() Vistas desde la azotea de los baños |
Desde los Baños Árabes y la plaza de los Jurados se tarda unos tres minutos en alcanzar el cauce del río Galligants. Desde un pequeño puente peatonal, conocido como Puente de Bravos, nos situaremos en la plaza del monasterio de Sant Pere
En la margen derecha del río Galligants y del puente de Bravos, se alza el monasterio de Sant Pere, una de las joyas del arte románico de Gerona.
El origen del monasterio se remonta al siglo X, cuando se menciona por primera vez en documentos históricos. Sin embargo, la mayor parte de la estructura actual fue construida en el siglo XII, durante el auge del estilo románico en Cataluña. Fue un importante centro monástico y religioso en la región durante la Edad Media.
El monasterio fue fundado por monjes benedictinos, una orden religiosa conocida por su labor en la educación, la preservación de manuscritos y la construcción de grandes monasterios a lo largo de Europa.
La iglesia románica tiene una planta de cruz latina, con una nave principal y dos naves laterales separadas por pilares que sostienen arcos de medio punto. Destaca por su simplicidad y solidez, características del estilo románico. La nave central está cubierta por una bóveda de cañón.
![]() Iglesia del monasterio |
![]() Iglesia del monasterio |
A partir del siglo XIX, con la desamortización de los bienes eclesiásticos en España, el monasterio fue abandonado y pasó a ser propiedad del Estado. En 1857, fue declarado Monumento Nacional, y desde 1857 alberga el Museo de Arqueología de Cataluña - Gerona, lo que ha permitido la conservación del edificio.
Frente a la entrada del monasterio podréis ver la capilla de Sant Nicolau, levantada en el siglo XII en estilo románico y reconstruida en 1943. El interior se dedica a exposiciones de arte contemporáneo