Lo normal en Ezcaray es que estacionéis los vehículos en la parte nueva de la villa, al final de la carretera. De esta forma accederéis al núcleo antiguo acomentiendo visitas como a la plaza de la Constitución, que acoge el Ayuntamiento.
El edificio que rodea la plaza fue en su día la Real Fábrica de Tejidos. Fundada en el siglo XVIII, fue un importante centro de producción textil. En la actualidad acoge el Ayuntamieno, un albergue y el Teatro Real.
Si os dirigís a pie al centro histórico por la avenida de Santo Domingo podréis admirar la arquitectura típica del valle reflejada en algunas casas nobles. Una de ellas es la Casa de los Gil de la Cuesta, del siglo XVIII.
El siguiente edificio de la avenida es el Palacio de Azcárate, construido en 1750 con un diseño sencillo en la época. Perteneció a la familia Azcárate, cuya historia está fuertemente ligada a la carrera militar. Actualmente se ha reconvertido en un hotel.
Tuvimos suerte con el coche, pues pudimos aparcarlo delante del hotel Echaurren, en cuyo restaurante, Echaurren Tradición, nos dimos un suculento festín.
En la entrada del pueblo, en una curva de la avenida de Santo Domingo, se alza la parroquial iglesia de Santa María la Mayor, templo gótico tardío (siglos XV-XVI) declarado Bien de Interés Cultural.
La iglesia tiene unas dimensiones considerables. Exteriormente, destaca por su torre y pórtico, y en el interior sobresale un retablo hispano-flamenco, que no pudimos ver porque el acceso al templo estaba cerrado.
Vale la pena contemplar la iglesia desde la calle del Ángel. De paso podréis admirar otros edificios señoriales, como el Palacio del Ángel, construido a mediados del siglo XVIII con características comunes a otras Casas Palaciegas de Ezcaray.
Situada en pleno casco antiguo, la porticada plaza de la Verdura destaca por su arquitectura de casas tradicionales con entramado de madera y soportales de piedra, reflejo del estilo serrano típico de la zona.
En esta plaza se encuentra la Argolla del Fuero, que simboliza el antiguo derecho de asilo que ofrecía Ezcaray a quienes la tocaban. En el pasado, la plaza fue el lugar donde se celebraba la feria dominical, ahora trasladada a las afueras y al sábado.
Uno de los edificios porticados de la plaza, construido a principios del siglo XVII, albergó el Ayuntamiento de Ezcaray hasta mediados del siglo XIX. Posteriormente, fue sede de Telégrafos y Teléfonos, y tras una restauración en 1995, actualmente acoge la Biblioteca Municipal y la oficina de turismo.
La plaza de la Verdura es escenario de diversos eventos culturales, como la feria micológica en noviembre y el Festival de Jazz en julio, que llenan de vida y música este espacio histórico.
La porticada calle Sagastia es una de las más bonitas de Ezcaray, representativa de la arquitectura riojana de montaña. Aquí veréis multitud de casas de piedra, madera y balcones floridos.
La plaza del kiosco (plaza del Conde Torremúzquiz) es el corazón social del pueblo, con soportales, bares y ambiente constante a todas horas.
La plaza está muy frecuentada por partisanos y turistas. En las terrazas de sus restaurantes podréis degustar los platos típicos de la zona, aunque nosotros nos reservamos para el Echaurren.
La calle de San Lázaro escapa del centro histórico en dirección sur. Al final de la misma hallaréis el Crucero de San Lázaro, del siglo XVI, aunque está rehecho parcialmente en el siglo XX.
El fuste cilíndrico se levanta sobre gradas circulares y plinto, viéndose rematado por un capitel toscano. En la cruz se encuentran las imágenes de Cristo y de la virgen con niño.
Este tipo de construcciones se utilizaba antaño como indicadores de camino, situándose en cruces o puntos singulares de los mismo, siendo los más importantes los situados formando parte del Camino de Santiago.
En la calle Barroeta —continuación de San Lázaro— destaca el Palacio del Arzobispo Barroeta, una elegante casa señorial construida a mitades del siglo XVIII con piedra de sillería en su fachada y mampostería en el resto del edificio.
Si seguís caminando por la calle Barroeta, una vez paséis la plaza del Kiosco, accederéis a un tramo estrecho de esta vía, jalonado por casas que exhiben bellos edificios con soportales de madera en sus bajos. Os encantará.
Aparte de Ezcaray, si tenéis tiempo os recomiendo que contempléis la arquitectura serrana de los pueblos del alto valle del Oja, de incuestionable nomenclatura euskérica. Zaldierna, Posadas y Valgañón son un claro ejemplo.