Entre Islallana y Viguera, el río Iregua atraviesa el desfiladero de Viguera, una hoz jalonada por altas peñas rocosas. En la carretera N-111, a la altura del desvío que conduce a Viguera, podréis disfrutar con la visión de este pétreo paisaje.
Uno de estos largos farallones, el situado al norte de la carretera, acoge la ermita de San Esteban. La Iglesia siempre coloca sus templos en los lugares más hermosos de la geografía peninsular.
Viguera tiene un único acceso desde la N-111, se trata de la carretera local LR-446. Antes de entrar en la localidad podéis deteneros en el aparcamiento municipal, un solar de tierra que ofrece una buena panorámica de los roquedos que rodean la villa.
Desde el aparcamiento, caminando unos metros por la barriada que aparece a vuestros pies, llegaréis a la ermita de la Virgen del Rosario, reformada en el siglo XVIII sobre una ermita anterior al siglo XVI.
Lo mejor de Viguera se encuentra pasado el pueblo, en cualquiera de los dos miradores ubicados al final de la calle Ángel Soldevilla, para lo cual recomiendo que os acerquéis en vuestro vehículo.
El Mirador de Viguera, como su nombre indica, ofrece una buena panorámica del pueblo y de la peña que acoge los restos del Castillo que vigila el acceso a Cameros.
El morro pétreo del Peñueco es uno de los miradores más espectaculares de La Rioja. Es un saliente que domina la vega del Iregua y las peñas rocosas que dan acceso a los Cameros.
Viguera se encuentra en una zona montañosa y escarpada, en las estribaciones de la Sierra de Cameros. Está rodeado de formaciones geológicas espectaculares como farallones de conglomerado y cañones naturales.
El río Iregua pasa junto al municipio, y cerca de él se encuentran enclaves naturales como el Desfiladero de Viguera, muy apreciado por senderistas y escaladores.
La villa ha sabido aprovechar a lo largo de su historia su estratégica posición. Situada a cierta altura sobre el valle del Iregua, ha sido un punto crucial para el control de una de las vías de comunicación entre el valle del Ebro y la Meseta.
Viguera tuvo una relevancia estratégica durante la Reconquista. Fue capital de un pequeño y efímero Reino de Viguera en el siglo X, creado por el rey García Sánchez I de Pamplona para su hijo Ramiro Garcés.
Al oeste del mirador podréis avistar el Puente de Viguera sobre el río Iregua, de origen medieval. Tened presente que no hay un acceso para verlo desde el rio debido a la maleza tan espesa.