Volcán Etna |
El segundo día, tras montar en el coche de alquiler que habíamos reservado por cinco días (un Lancia Ipsilon), enfilamos raudos hacia el norte de la isla por la costa Jónica (ctra. S-114). Nuestro objetivo era el monte Etna. En la ofinica turística de Linguaglossa conseguimos información sobre el parque del Etna: accesos, merenderos...
Iniciamos el ascenso al monte Etna por su cara norte, a través de la carretera que serpentea entre la espesa pineda Ragoba. El bosque y la tupida vegetación nada hacía presagiar lo que nos aguardaba más arriba.
En la cota 1.800 alcanzamos la parte inferior de la estación de esquí de Piano Provenzano, que había sido asolada recientemente por una colada de lava. El paisaje era alucinante.
El caso es que el volcán Etna está en activo. De vez en cuando se enfada y da señales de vida, como diciendo "aquí estoy yo". Nos detuvimos varias veces junto a la carretera para contemplar los restos de coladas.
Desde allí arriba, el humeante cráter del volcán estaba a tiro de piedra. El peligro que se cierne sobre la zona es real y, estadísticamente, está demostrado que algún día se producirá una gran erupción que arrasará muchos kilómetros a la redonda. Por eso, vivir bajo la amenaza constante de este gigante no debe ser fácil. Yo no lo llevaría bien.
Durante el descenso a Linguaglossa nos detuvimos en un merendero ubicado en la pineda Ragoba. Nos zampamos unos bocatas en compañía de un enjambre de odiosas moscas. Fue tal el agobio al que nos sometieron que al final acabamos comiendo en el interior del coche.
Después del almuerzo y del posterior descenso por la ladera del monte Etna, alcanzamos la carretera de la costa. En Giardini-Naxos hicimos un alto para bañarnos en una estupenda playa de guijarros. Lo mejor fueron sus aguas cristalinas y la ausencia de bañistas.
Taormina es uno de los pueblos más bonitos de Sicilia. Situado en la cara norte del monte Etna, en un balcón sobre el mar, es un importante centro turístico desde el siglo XIX.
La carretera que asciende desde la costa hasta Taormina tiene muchas curvas y gana altura en pocos kilómetros. En una de las curvas, a mano derecha, veréis el mirador Belvedere de Vía Pirandello. Deteneos en él para disfrutar de unas fabulosas vistas panorámicas de la costa. A vuestros pies veréis la isla Bella y la playa del mismo nombre.
Lo primero que os llamará la atención cuando lleguéis a la villa es el teatro de Taormina, el segundo teatro greco-romano más grande de Sicilia, después del teatro de Siracusa. La visita os llevará una media hora, depende del tiempo que empleéis en contemplar las maravillosas vistas que hay desde lo alto de la grada.
El teatro de Taormina fue construido por los griegos en el siglo III a.C. Se realizó para albergar representaciones teatrales y conciertos. Se cree que su estratégica posición fue elegida por las imponentes vistas panorámicas que hay sobre la costa, con el Etna como telón de fondo.
La visita a Taormina debe concluir en la plaza del Duomo. Y para llegar hasta ella tendréis que cruzar el pueblo de este a oeste por sus dos vías principales: la vía del Teatro Greco y el corso Umberto. Este último es el principal eje comercial de la villa, el que concentra las tiendas de regalos y los restaurantes.
La larga caminata concluye en la coqueta plaza de la Catedral o del Duomo, el punto más visitado y frecuentado de Taormina. Aquí se encuentra la Catedral o Duomo, una pequeña construcción que no llama mucho la atención. Lo mejor del templo es su fachada exterior.
En el centro de esta pintoresca plaza podréis ver la fuente de la Catedral, conocida popularmente como las Cuatro Fuentes. Fue construida en 1635, en estilo barroco, y consta de cuatro pequeñas columnas que se alzan en torno al cuerpo central. Es, quizá, la escultura más bonita de Taormina.
Taormina es una de las ciudades más hermosas de la isla, y alojarse en ella resultaba muy caro; por eso, al caer la noche, partimos hacia el norte por la carretera del litoral. En el paseo marítimo o lungomare de Alessio-Sículo encontramos camas libres en el hotel Villamare.