Ribes de Freser se encuentra a 950 metros de altitud, en la unión de tres ríos: Rigart, Segadell y Freser. Es la última gran urbe en la ruta que conduce a la Cerdaña, tanto por carretera como por ferrocarril (Renfe), y desde que en 1930 se inaugarara el tren cremallera de Nuria, se ha convertido en un maravilloso punto de partida para acometer excursiones por la zona.
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 Río Freser
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Consejos e información útil
- Si vais a pasar un fin de semana en Ribes, os aconsejo que no intentéis verlo todo. Nosotros dejamos el valle de Rigart para otra ocasión.
- Desde Barcelona, por la autovía de Ripoll, se tarda una hora y media en llegar a Ribes. El regreso puede durar más porque, como nos ocurrió a nosotros, fuimos en caravana durante varios kilómetros. Es lo que ocurre los domingos por la tarde.
- En Ribes es difícil encontrar aparcamiento, por eso vimos con buenos ojos la idea de alojarnos en el hotel 9 Sant Antoni, cuya tarifa incluía estacionamiento para vehículos en una nave próxima.
- Las calles de Ribes son muy estrechas, con aceras impracticables y mucho tráfico. Llevad precaución si vais con niños.
- El restaurante Els Caçadors, en la calle Balandrau de Ribes, ofrece exquisitos platos de la zona. Los fines de semana no tiene menú y resulta un pelín caro, pero saldréis sobradamente satisfechos.
- Trayecto en coche: De Barcelona a Ribes de Freser (i/v).
- Alojamiento: Hotel 9 Sant Antoni, en Ribes, distinguido con una altísima puntuación (9,3).
- Excelente habitación insonorizada, práctica bañera con hidromasaje y fenomenal jacuzzi en el sótano.
- Desayuno completo y buenísimo.
- Dispone de un hangar gratuito para vehículos.
- Almuerzo: Restaurante Els Caçadors, en la calle Balandrau de Ribes. Buenos platos de la zona.
- Lo mejor:
- Recorrer el castillo.
- El Museo del Ferrocarril (ver etapa del tren cremallera).
- Lo peor:
- Las calles del centro son muy estrechas, con mucho tráfico y aceras impracticables. Llevad precaución si vais con niños.
El hotel
Existen varios hoteles en Ribes de Freser, uno de ellos es el 9 Sant Antoni (situado en la carretera de Toses), que cuenta con aparcamiento gratuito y spá.

Hotel 9 Sant Antoni
Iglesia de Santa María
La calle Mayor está muy cerca del hotel. Es la principal zona comercial de Ribes, y en la parte central podréis ver el Ayuntamiento y la iglesia de Santa María, construida en el año 1035 en estilo románico.

Iglesia de Santa María

Iglesia de Santa María
Plaza del Mercado
La calle Mayor finaliza en la plaza del Mercado, sita en el corazón de la ciudad, animada a cualquier hora del día gracias a su mercadillo semanal y a sus cafeterías y bares.

Plaza del Mercado
Desde el mismo centro de la ciudad podréis ver pasar los vagones azules del tren cremallera de Nuria, que une Ribes con el Santuario de Nuria.

Tren cremallera de Nuria
Río Freser
La milenaria Ribes de Freser está surcada por tres ríos: Rigart, Segadell y Freser, siendo este último el más importante, pues da nombre a la ciudad. En la parte alta podréis ver una pequeña cascada originada por una represa.

Río Freser
Y en la parte baja del pueblo, el Freser está jalonado por un bonito paseo arbolado (Àngel Guimerà), que es ideal para estacionar vehículos.

Paseo Àngel Guimerà

Paseo Àngel Guimerà. Río Freser
Castillo de Ribes
Al norte del municipio, cerca del río Segadell y de la estación del cremallera Ribes-Vila, se encuentra el castillo de Ribes, cuya antigüedad se desconoce con certeza.

El castillo desde la base
Documentado por primera vez en 1069, su construcción fue clave en el nacimiento del núcleo urbano de Ribes, pasando luego al Reino de Mallorca y sirviendo como puesto fronterizo.

El Castillo desde la vía de tren
La fortaleza, con forma de semicírculo, tiene 25 metros de diámetro. La parte mejor conservada es la torre, con una altura de 18 metros divididos en tres plantas.

Torre del Castillo
Se nos ocurrió visitar el Castillo entrada la noche. Llegamos a coronar la torre gracias a la iluminación artificial, pero no disfrutamos la vista panorámica. Es lo que tiene estar rodeados de altas montañas en la oscuridad.

El Castillo al anochecer
La fotaleza conserva lienzos de muralla con arcos de descarga y dependencias soterradas. Tras siglos de abandono y deterioro (daños napoleónicos, expolios), se consolidó desde los años 80, con obras hasta 2019 para hacerlo visitable.

Subida al Castillo
El Castillo fue sitio militar, luego prisión, hogar del bailarín José de Udaeta —que lo convirtió en centro cultural— y hoy alberga actividades artísticas.

Alcanzamos la cima de la torre