Nuestro primer contacto con el casco antiguo de Málaga, una vez nos instalamos en el hotel Ibis, fue en la céntrica calle Cisneros, vía jalonada por edificios históricos que muestran la arquitectura típica andaluza, con balcones de hierro forjado y fachadas coloridas.
Caminando por estrechas calles peatonales, que aún conservaban las luces navideñas, alcanzamos el Mercado Central de Atarazanas, con su vidriera multicolor presidiendo una de las entradas, y el bullicio propio de estos lugares en su interior.
TOPÓNIMO DE ATARAZANAEl Mercado de Atarazanas se construyó entre 1876 y 1879 en el solar donde estuvo un taller naval de origen nazarí, del que sólo se conserva una puerta de mármol.
Nos volvimos a sumergir por las callejuelas del centro histórico, en dirección a la plaza de la Constitución, uno de los centros neurálgicos de la ciudad.
Nos hallamos en la antigua plaza Mayor de Málaga, situada en el corazón del centro histórico, que desde el siglo XV ha sido el espacio público y político de la ciudad por excelencia. En una esquina podréis ver la fuente de Génova, de época renacentista.
De la plaza de la Constitución parte la popular y emblemática calle Larios, que aglutina tiendas exclusivas. Pasada la Navidad, este elegante y animado paseo aún exhibía una decoración típica de esas fechas.
Al este de la calle Larios pasamos por la plaza del Obispo, el lugar urbano barroco por antonomasia de Málaga y una de las plazas más importantes de la ciudad desde la antigüedad.
En la plaza del Obispo se encuentra la fachada principal de la catedral de la Encarnación, uno de los edificios más emblemáticos de Málaga.
La Catedral se encuentra dentro de los límites que marcaba la desaparecida muralla árabe sobre el solar de la primitiva mezquita aljama, el lugar donde los Reyes Católicos ordenaron erigir un templo cristiano a los pocos días de conquistar la ciudad en 1487.
Su proceso constructivo comenzó en 1525 y finalizó en 1782. Esta joya del Renacimiento es conocida por los malagueños como "La Manquita", un apelativo que hace referencia al estado inconcluso de una de sus dos torres, la sur.
Torre norte de la Catedral |
Torre sur de la Catedral |
A pocos pasos de la Catedral, a los pies del cerro que acoge la Alcazaba y el castillo de Gibralfaro, se encuentra el Teatro Romano, uno de los edificios más antiguos de Málaga.
El Teatro se construyó en la época de Augusto, en el siglo I d.C., y como suele ocurrir cuando un pueblo conquista un emplazamiento, los musulmanes utilizaron sillares y columnas para construir su Alcazaba.
Junto a las taquillas de la Alcazaba tenéis un acceso gratuito a la parte superior de las gradas del Teatro. La perspectiva es fenomenal, tendréis el viejo edificio a vuestros pies.
En el centro histórico, muy cerca de la plaza de la Constitución, tenéis que ir a ver la iglesia de San Juan, una de las cuatro iglesias que fundaron los Reyes Católicos después de la conquista de la ciudad en 1487. La torre se finalizó en 1543. Posteriormente, a mediados del siglo XVI (1554), se amplió la nave mayor y se cambiaron los arcos apuntados por arcos de medio punto.
Si voláis de Barcelona a Málaga (y viceversa) en invierno, podréis disfrutar de una magnífica panorámica de Sierra Nevada, con sus cimas nevadas.
El aeropuerto está bien comunicado con Málaga. Hay trenes cada veinte minutos. Recordad que los niños menores de seis años no pagan billete.