El castro visigodo del Puig Rom se encuentra en lo alto de un cerro al sur de Roses (230 metros de altitud). Se puede llegar hasta él desde la propia Roses (calles más altas de la villa) o por la carretera que conduce a la cala Montjoi, en el Parque Natural del Cabo de Creus.
Hasta la base del castro visigodo de Puig Rom se puede llegar en coche por la pista de tierra (Ausias March), pero yo recomiendo que os acerquéis a pie, dando un agradable paseo de 1,1 km (ida).
El carril, conocido como Ausias March, tiene una longitud aproximada de un kilómetro, distancia que cubrimos a mediodía, con el sol en lo más alto. Si hacéis esta ruta en verano, deberéis aprovisionaros de botellas de agua.
Declarado Bien Cultural de Interés Nacional en 1963, el castro visigodo del Puig Rom de Roses (de los años 650-700), es uno de los poblados fortificados de esta época que mejor se conserva.
Una estrecha senda que asciende por el cerro o puig Rom, nos conduce hasta la entrada principal del recinto. Y lo primero que veremos es una larga muralla de piedra que más o menos se conserva en buen estado.
Ante nosotros se abre un recinto fortificado, de planta ovalada y rodeado por una muralla que resigue la cumbre del monte, con una altura máxima de unos cuatro metros y un grueso de unos dos metros.
La construcción del Castro se sitúa al final de la Hispania romana e inicio del dominio de los monarcas visigodos. En el interior del recinto hay un yacimiento arqueológico de gran importancia para el estudio de este periodo poco conocido de la historia de Roses y del conjunto del país.
En el interior del recinto, las excavaciones han sacado a la luz dos zonas residencales a ambos lados de la puerta de acceso. A poniente se distingue un grupo de 10 modestas construcciones adosadas a la muralla. Son habitáculos de reducidas dimensiones, de planta cuadrangular, delimitados por paredes construidas con piedras dispuestas en seco.
El asentamiento visigodo está en la cumbre de un monte estratégico, de 230 de altitud, que domina el antiguo casco urbano de Rhode, la bahía y el acceso al puerto. Ellos disfrutaban de una sublime panorámica sin ser vistos. Y sólo por gozar de estas vistas, ya merece la pena auparse hasta el castro de Puig Rom.
Roses, con aproximadamente un 60% de su término municipal incluido en el Parque Natural Cabo de Creus, ofrece una amplia gama de paisajes en un entorno natural excepcional.