Unos tres kilómetros separan Palau-Sator (nuestra anterior visita en la comarca) de Peratallada. Estacionamos el coche en el aparcamiento municipal situado junto a la carretera GI-651. Estábamos muy cerca de la iglesia de Sant Esteve, románica de los siglos XII-XIII, compuesta por dos naves con ábsides semicirculares.
Desde el aparcamiento se accede al centro histórico a través de una puerta abierta en la muralla, el Portal de la Verge. La portalada no es muy ancha, pero es la mejor conservada de todo el conjunto fortificado que rodea a la localidad.
El núcleo fortificado se encuentra encima de un enorme basamento de roca arenisca que se explotó como cantera desde muy antiguo.
![]() Calle de la Roca |
![]() Calle Hospital |
Peratallada es ideal para perderse por sus estrechas calles empedradas. En ellas descubriréis arcos de piedra de distintos tamaños. Algunos de ellos, como este de la calle Hospital, sustentan casas.
El esplendor de la villa se produjo durante la Edad Media, aunque se han encontrado restos de asentamientos de épocas anteriores. Por el núcleo pasaba el antiguo camino de Ampurias.
Caminar por este apretado núcleo fue como retroceder a la Edad Media. De la calle Hospital, a través de la pintoresca calle Mayor, accedimos a la céntrica plaza de les Voltes, el lugar ideal para realizar un tentempié en alguno de sus bares.
El Castillo se convirtió en el epicentro de uno de los principales dominios feudales de Cataluña cuando en 1250 se unieron las familias de los Peratallada y de los Cruilles. Podéis ver sus restos desde la plaza del Castillo.
En el recinto de la zona amurallada se encuentra la Torre del Homenaje, verdadero emblema del núcleo. El muro que rodea la torre se adapta a la forma irregular de la colina y conserva algunas almenas. Se puede considerar obra románica siglo XI - XII, como buena parte del recinto amurallado.
Por último, a otros quince minutos de carretera de Peratallada, avanzando en dirección oeste, alcanzamos La Bisbal d'Empordà, la capital de la comarca, cuya economía gira en torno a la cerámica.
La calle de la Aigüeta y su comercio de la cerámica ha eclipsado la extraordinaria belleza que atesora el casco viejo de La Bisbal, con callejuelas estrechas y tortuosas que conservan un aire medieval. En el núcleo histórico, al que se accede cruzando el río Daró, se encuentra la iglesia de Santa María y el Castillo Palacio, un edificio románico del siglo XI, de planta cuadrada.
![]() Castillo de La Bibal |
![]() Castillo de La Bibal |
Esta ruta por el interior del Baix Empordà la realicé en una jornada, tras disfrutar una noche en el Parador Nacional de Aiguablava. Atravesé la comarca de este a oeste, visitando los pueblos medievales de Begur, Pals, Palau-Sator y Peratallada. La última parada corresponde a La Bisbal de Empordà, la capital de la comarca.