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![]() Ágora Griega |
Existe un privilegiado lugar en Atenas desde donde poder contemplar la Ágora Griega a vista de pájaro: desde la Acrópolis o desde los caminos que suben a ella por el barrio de Plaka.
Esa mañana habíamos subido a la colina Filopapo para contemplar la Acrópolis como nunca antes la había visto. Realizamos el descenso hacia la Ágora Griega por la avenida Apóstol Pablo. Trazada al oeste de la Ágora, desde esta vía avistamos las ruinas del Stenopos Kollytos y la prisión de Sócrates.
Rodeamos toda la verja exterior de la Ágora, hasta alcanzar la calle Adrianoy y la entrada principal de la Ágora Griega, que se encuentra junto a la vía del metro de Atenas. En enero, la entrada al recinto costaba la mitad: 5€.
La Ágora Antigua fue establecida en el siglo VI a.C. y se desarrolló durante el período clásico, especialmente en los siglos V y IV a.C.
Las calles del yacimiento estaban jalonadas por ruinas de edificios como el Tholos y el Odeón de Agripa, con sus tres estatuas dándonos la bienvenida.
El Odeón de Agripa era un gran edificio situado en el centro de la Ágora. Fue construido alrededor del año 15 a.C., ocupando lo que anteriormente había sido un espacio abierto. Fue un regalo al pueblo de Atenas por Marcus Vipsanius Agrippa, un estadista y general romano.
La Ágora Griega, fundada en el siglo VI a.C., fue considerada como el corazón de la ciudad durante 1.200 años. La recorrimos sin apenas turistas, con temperatura fresca, nada que ver con las anteriores veces que la visité, en pleno verano.
En la parte alta de la Ágora vimos el templo de Hefesto, el edificio clásico mejor conservado de Atenas, dedicado al dios del fuego y a Atenea.
El magnífico templo de Hefesto, o Teseión, del siglo V a.C., es el edificio griego que representa con más acierto las proporciones y características de los templos de estilo dórico.
![]() Templo de Hefesto |
![]() Templo de Hefesto |
Desde la base del templo de Hefesto, situado en un punto alto de la colina, tendréis una maravillosa perspectiva de la Ágora, con el Tholos en primer plano y la Acrópolis al fondo.
El Tholos fue construido hacia el 470 a.C. y era la sede cental del Consejo de la Ágora. No quedan muchos restos de este edificio con forma circular.
En el lado opuesto al templo de Hefesto, junto a la muralla, visitamos el museo de la Ágora, ubicado en el interior de la Estoa de Attalos, o Pórtico de Átalo, una impresionante estructura de dos pisos de altura levantada en el 138 a.C.
En el área que ocupa el Pórtico de Atalo podréis ver la bella iglesia de Agii Apostoli, una joya del arte bizantino, y las ruinas de la biblioteca de Panteno, construida en el siglo I d.C. por los romanos.
Aterrizamos en Atenas a las 11:15 (hora local), con el cielo cubierto de nubes y las montañas exhibiendo un buen manto de nieve. Era una Grecia muy diferente a la que mi hermana y yo habíamos visto años atrás. Esta vez el calor pegajoso, propio de la región en verano, no nos iba a aguar la fiesta.
En la cercana estación de tren del aeropuerto aguardamos la llegada de nuestro transporte y a mediodía partimos hacia la plaza Sintagma, en el corazón de Atenas.
El hotel Hermes, situado en la calle Apollonos de Plaka, es un buen lugar para alojarse. Está bien ubicado, el desayuno es correcto y la terraza ofrece buenas vistas del barrio.