El primer contacto con la Mezquita-Catedral de Córdoba tuvo lugar en la plaza del Triunfo, un vez concluimos nuestro paseo matinal por el Puente Romano.
La Plaza del Triunfo acoge la Puerta del Puente y la escultura conocida como Triunfo de San Rafael, del siglo XVIII, dedicada al arcángel Rafael.
La Mezquita-Catedral es uno de los monumentos más singulares del mundo, testigo de la alianza milenaria entre el arte y la fe.
En la calle Torrijos, frente al Palacio de Congresos y Exposiciones de Córdoba, pudimos admirar la fachada oeste del templo. Vimos la Puerta del Sabat, un pasadizo elevado que unía la maqsura de la mezquita con el palacio omeya. Su función era la de facilitar el acceso del califa al rezo.
Puerta del Sabat. Calle Torrijos |
Otra puerta de la calle Torrijos |
Hacia el centro de la calle Torrijos se encuentra la Puerta de San Sebastián, que presenta los restos más antiguos de decoración arquitectónica musulmana de España y la primera inscripción árabe del edificio, fechada en el año 855.
Puerta de San Sebastián. Calle Torrijos |
Puerta de San Sebastián |
Aconsejo que le deis la vuelta a la Mezquita-Catedral en el sentido de las agujas del reloj. En la calle Cardenal Herrero, en la cara norte del templo, encontraréis la Puerta del Perdón, construida en 1377. Ubicada a los pies de la Torre Campanario, se trata de la principal entrada al conjunto desde sus orígenes y refleja influencias de distintas épocas.
Y al final de la calle, antes de doblar la esquina del templo, daremos con la Virgen de los Faroles, un rincón típico de la Mezquita-Catedral cargado de religiosidad y espiritualidad.
Para acceder al interior de la Mezquita-Catedral deberéis pasar previamente por el Patio de los Naranjos, un rectángulo adosado al templo en el que destaca la Torre Campanario y las fuentes de agua.
El Patio de los Naranjos adquiere su configuración actual a finales del siglo XVI, destacando el concepto de jardín poblado de palmeras, cipreses y naranjos.
En la cara norte del Patio de los Naranjos, formando parte del recinto exterior de la Mezquita-Catedral, se alza la Torre Campanario, elemento que ha marcado la imagen de la ciudad.
Torre Campanario |
Torre Campanario |
Los vestigios del antiguo alminar de Abderramán III se encuentran hoy integrados en la torre, a la que Hernán Ruiz III añadió el cuerpo de campanas.
La arquitectura islámica, con ecos helenísticos, romanos y bizantinos, se funde con la cristiana en una de sus expresiones más bellas. En su interior, entre un impresionante bosque de columnas, arcos y cúpulas, nos sorprenden espléndidas obras de arte que testimonian las huellas del paso de los siglos.
Quienes admiraron la belleza de la que fue la gran mezquita omeya de Occidente, supieron preservarla. Hoy día, la Mezquita-Catedral muestra al mundo la grandeza de su historia, que comienza en una basílica visigoda, se desborda en el esplendor califal, y culmina con el arte del Gótico, del Renacimiento y del Barroco.
La Mezquita-Catedral es un lugar sagrado abierto al mundo entero. Todo el conjunto monumental de la Mezquita fue consagrado como Catedral de Santa María en el año 1146 y de forma definitiva en 1236. Desde esa fecha, el Cabildo celebra la Santa Liturgia para la comunidad cristiana.
Crucero de la Catedral |
Crucero de la Catedral |
Por este motivo, en los laterales de la Mezquita se abrieron capillas que esconden bellas obras de arte. (Algunas de ellas estaban en restauración).
Capilla de la Concepción |
Capilla de la Antigua |
A mí, a parte de contemplar embelesado el bosque de columnas y arcos, me dejó impresionado el Mihrab, una pequeña estancia octogonal cubierta por una cúpula de venera. La labor ornamental de los mosaicos procede de la tradición bizantina.
El Mihrab |
El Mihrab |
En el centro de la Mezquita se abre la Catedral de Santa María, que destaca por su crucero, mezcla de Gótico, del Renacimiento y del Manierismo. En 1371 se construyó la Capilla Real para dar sepultura a Alfonso XI y Fernando IV. (Este enclave no se puede visitar, aunque sí podréis fotografiarlo).
También me sorprendió contemplar los relives de la sillería del coro, tallada en 1748, un soberbio conjunto tanto por la calidad de su ejecución como por su valor iconográfico.
Sillería del coro |
Sillería del coro |
El gobierno de prosperidad vivido bajo el gobierno de Abderramán II condicionó la primera ampliación de la Mezquita (833-848). Posteriormente, entre 962-966, Alhakén II realizó la segunda ampliación, la más creativa de todas.
En la zona ampliada de Alhakén II podemos admirar el Área expositivia de la antigua Basílica de de San Vicente, con importantes piezas recuperadas que se exhiben en vitrinas.
La última ampliación de la mezquita (991) se corresponde con la demostración de poder de Almanzor, hayib del califa Hixem II. En esta fase el conjunto es ampliado hacia el este mediante la incorporación de ocho nuevas naves. El resultado final es un espacio rectangular caracterizado por la proporción.
La salida de la Mezquita se realiza por la zona ampliada de Almanzor, a través de una puerta abierta al Patio de los Naranjos. Y por la monumental Puerta de Santa Catalina (siglo XVI), alcanzaréis la fachada este de la Mezquita-Catedral, correspondiente a la calle Magistral González Francés.