Esta ruta de dos kilómetros y medio por el centro histórico de Córdoba comienza en los Jardines de la Victoria, que conforman uno de los grandes pulmones verdes la ciudad, y que se extienden al oeste de la villa.
Al este de los Jardines de la Victoria, ocupando el terreno original situado a unos tres metros bajo la actual calzada, podréis ver el Mausoleo romano, perteneciente a una necrópolis de época augusta.
El Mausoleo romano muestra restos bien conservados de la antigua calzada por la que se transitaba en esa época. Es uno de tantos iconos que posee esta ciudad milenaria por las que tantos pueblos han pasado y que gracias a ellos podemos disfrutar a día de hoy de su rico legado.
Al este del Mausoleo, siguiendo el trazado de la antigua vía romana (actual calle de la Concepción), entraremos en una importante zona comercial de la ciudad. En el cruce con la avenida del Gran Capitán veremos, a mano derecha, la parroquia de San Nicolás de la Villa, fundada por Fernando III.
El templo conserva la primitiva impronta del tipo parroquial mudéjar, pese a las transformaciones sufridas con el tiempo. Del exterior destaca su esbelta torre poligonal levantada en 1496, si bien el cuerpo de campanas es un añadido del XIX.
Al norte de la plaza de las Tendillas y de la zona comercial que la rodea escaparemos del bullicio por plazas y calles típicas cordobesas, de fachadas blancas, ventanas enrejadas y grandes portones que dan acceso a bonitos patios.
Plaza de San Miguel |
Ermita de la calle San Zoilo |
Entre las callejuelas del barrio veréis la iglesia de San Miguel Arcángel, que forma parte de las llamadas "iglesias fernandinas" de Córdoba. Declarada Monumento Histórico-Artístico en 1931, es un claro exponente del paso del románico al gótico.
La calle Conde de Torres Cabrera nos condujo hasta la entrada occidental de la plaza de los Capuchinos, uno de los rincones más bonitos de Córdoba, que sobrecoge por la sobriedad de su diseño.
En el centro de la plaza se alza la escultura dedicada al Cristo de los Desagravios y de la Misericordia, de estilo barroco, conocida popularmente como Cristo de los Faroles (por los 8 faroles que lo alumbran al caer la noche).
En la plaza de los Capuchinos sorprende la austera y blanca fachada, salpicada de ventanales enrejados, correspondiente al Santuario de Nuestra Señora de los Dolores, del siglo XVI. Al exterior se abren dos portadas: la de la Virgen de los Dolores (neobarroca), y la de San Jacinto (1730).
Puerta Virgen de los Dolores |
Puerta de San Jacinto |
La salida este de la plaza de los Capuchinos nos condujo a otro idílico espacio de Córdoba, el de la Cuesta del Bailío. Aquí se encuentra la Casa del Bailío, ocupada desde el siglo XVI por diferentes familias. La portada, de 1530, se atribuye a Hernán Ruiz el Viejo.
Nuestro siguiente objetivo en esa sombría tarde era acercarnos al Ayuntamiento de Córdoba. Desde la Casa del Bailío, caminando por la calle Carbonell y Morand, pasamos frente a la monumental fachada del monasterio de la Inmaculada, fundado en 1725.
Llegados a la calle Capitulares, que acoge la Casa Consistorial, nos dimos de bruces con la iglesia de San Pablo, considerada como una de las más bonitas de Córdoba, realizada a base de sillares dispuestos a soga y tizón.
En la calle Capitulares os llamará la atención el edificio que acoge el Ayuntamiento de Córdoba, sustentado parcialmente por los pilares de piedra de un viejo templo de origen romano.
Situado junto a la Vía Augusta, en el Templo romano podremos contemplar los restos de un antiguo edificio (quedan en pie varias columnas restauradas) construido en tiempos imperiales (siglo I d.C.), y que quiso ser un espacio arquitectónico cívico que reflejara las grandezas del Imperio.
No existe en Córdoba ni en Andalucía una plaza igual: construida a semejanza de las plazas de ciudades castellanas, rectangular y con arcos en su parte inferior.
Se cree que este espacio fue ocupado en su día por una parte del Circo romano. Las intervenciones arqueológicas han rescatado, de esta época, unos fabulosos mosaicos expuestos en el Alcázar de los Reyes Católicos.
Por último, al sureste de la plaza de las Tendenillas tenéis un conjunto arquitectónico compuesto por varios edificios de distintas épocas y condición: el Colegio Diocesano de las Reales Escuelas de la Inmaculada; la iglesia de Santo Domingo (acoge el Archivo Histórico Provincial) y la iglesia de Santa Victoria. La mejor forma de descubrirlos es aproximándonos a pie hasta la plaza de la Compañía.