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![]() Puente del Gard |
Esta interesante excursión por el departamento del Gard transcurre junto al río homónimo, para contemplar una obra magna llevada a cabo por los romanos hace dos mil años: el Puente del Gard o Pont du Gard.
Declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad, el acueducto del Gard fue construido alrededor del año 50 d.C. por los romanos para llevar agua desde una fuente próxima a Uzès hasta Nimes.
El acueducto del Gard tenía 50 kilómetros de longitud y salvaba un desnivel total de sólo 12 metros —toda una proeza para la época—, que actualmente asombra a propios y extraños.
Junto al acceso al puente por la orilla izquierda del río, tendréis una buena panorámica de los arcos superiores y del canal que llevaba el agua. Si vais un fin de semana, como fue el caso, veréis que el andén del puente estará saturado de visitantes. Esa tarde había mucha gente.
![]() Andén del puente |
![]() Río Gard desde el andén del puente |
A semejanza del Puente de Segovia, el Puente del Gard también se construyó sin usar cemento ni mortero. Las piedras están ensambladas con una precisión asombrosa.
![]() Detalle de un arco al inicio del puente |
![]() Detalle de los arcos desde el andén |
El puente del Gard es uno de los muchos puentes y túneles que posee esta obra llevada a cabo con milimétrica precisión por los ingenieros romanos.
![]() El puente desde la orilla derecha |
![]() El puente desde la orilla derecha |
Sus 49 metros de altura y sus numerosos arcos incrustados en la garganta del río Gard, lo convierten en uno de los puentes más grandes de todo el Imperio Romano.
A última hora de la tarde, desde el cauce del río Gard, contemplamos una fabulosa vista panorámica de la obra, con sus tres niveles de arcos brillantemente ilumiandos por el sol, que le otorgaban un color especial a la piedra.