La tercera jornada por la Rías Baixas la dedicamos a la ría de Arousa. Para llegar hasta ella desde Pontevedra seguimos la costa norte de la ría de Pontevedra por la carretera PO-308. Pasado Sansenxo nos detuvimos en el Mirador de Pragueira, una maravillosa atalaya sobre el mar.
En el mirador hay una zona de merendero con mesas para poder hacer un pícnic si os apetece. Si vais en verano (no fue el caso), los árboles os proporcionarán buena sombra.
Desde el mirador se puede observar perfectamente la isla de Ons, con las islas Cíes al fondo. Y tendréis acceso a las amplias playas de Major y Pragueira, cuya arena, blanca y fina, está protegida por un bosquete de pinos.
El complejo Ons-O Grove integra una rica variedad de ecosistemas con carcaterísticas que constituyen una selección de los más destacados hábitats del litoral gallego.
Continuamos por la PO-308 hasta el istmo de O Grove. Y a partir de ese punto penetramos en la península homónima por la PO-316. Al norte, frente a la isla de A Toxa (La Toja), alcanzamos O Grove, pueblo pesquero que se asoma a la ría de Arousa.
Estacionamos el coche de forma gratuita en la avenida Berriamar, muy cerca del puente que conecta la isla de A Toxa (La Toja) con O Grove. Esta isla es famosa por su balneario y sus productos de cosmética hechos con aguas termales.
No habíamos consultado horarios para realizar excursiones a las bateas de la ría de Arousa. Y tuvimos suerte. A las doce del mediodía zarpaba el barco "La Toja", un moderno catamarán equipado con visión submarina. En la taquilla adquirimos los billetes y pudimos embarcar a tiempo.
La excursión duraba una hora y cuarto, y en este caso, circunnavegamos la isla de A Toxa. Como no hacía mucho frío, pudimos ocupar los asientos de la cubierta para disfrutar del aire marino.
Uno de los objetivos de la excursión consistía en ver de cerca una batea de cultivos marinos, principalmente de mejillones y ostras. Y me gustó lo que vi.
El guía de abordo nos dio las oportunas explicaciones mientras el catamarán se situaba junto a una de estas plataformas de madera semisumerjida. Menos mal que el mar estaba en calma.
Vista la batea, acometimos el segundo objetivo de la excursión: pasar al interior del barco y atiborrarnos de mejillones al vapor, eso sí, regados con una botellita de vino albariño.
Lo que vino a continuación no me lo esperaba. Situados en la cubierta superior del catamarán, algunos pasajeros, con el brazo estirado, daban de comer a las gaviotas que volaban a nuestro alrededor.
Yo no quería ser menos. Cogí un mejillón, estiré el brazo y me quedé atónito cuando vi que una gaviota arrancaba el bicho de la concha y lo engullía sin pestañear, sin mover un ala. La foto que sacó mi mujer también estuvo a la altura. La cámara Réflex cumplió su objetivo.
![]() Alimentando a las gaviotas |
![]() Alimentando a las gaviotas |
Cerca del puerto podréis relajaros en la verde plaza de O Corpo, una amplia explanada que cuenta con un parque infantil y jardines donde poder descansar y relajarse. A su alrededor tenéis restaurantes, cafeterías y tabernas.
En la plaza de O Corpo se encuentra el Monumento a la Familia Mariscadora y el Ayuntamiento de O Grove, edificio que preside el acceso al callejero del centro histórico.
La tercera jornada en Pontevedra transcurre en la ría de Arousa, la más amplia de cuantas componen las Rías Baixas. Está dividida entre las provincias de La Coruña, al norte, y Pontevedra, al sur.